Manny Pacquiao se venga de Bradley y enloquece a Filipinas

Cines , hoteles, parques e incluso cuarteles militares hervían de aficionados desesos de ver a su ídolo vengar la derrota que sufrió contra Bradley en junio de 2012. Las felicitaciones al púgil llegaron incluso desde el presidente Benigno Aquino , que anunció a través de un portavoz que la nación recibirá a Pacquiao «como un héroe cunado regrese».

Pacquiao sólo tuvo problemas con dos buenas derechas que le colocó Bradley al principio y mitad de la pelea, pero el resto del camino fue siempre de completó dominio del púgil filipino, que mostró una gran preparación física, gran concentración y siguió a la perfección las indicaciones que desde la esquina le trasmitió su fiel preparador Freddie Roach.

El filipino fue considerado unánimente por los jueces de la velada en Nevada como vencedor, pero para los filipinos era el campeón ya antes de empezar a trotar y pegar sobre la lona. En Marikina , un suburbio al este de Manila, cientos de personas asistieron al intercambio de golpes en la pantalla gigante instalada en un parque. Una de ellas, Carmen Dela Cruz daba gracias a Dios por haber ayudado al pegador filipino en su pelea y establecía un paralelismo: «Como Jesús, la carrera de Pacquiao ha resucitado. Estoy orgullosa de él no solo porque es un buen boxeador, sino porque tiene una fe muy fuerte».

Durante el tiempo que duró el combate, las calles de Manila estuvieron desiertas y los residentes pegados al televisor. Las autoridades aseguran que la criminalidad desciende cada que vez Pacquiao sube al cuadrilátero.

Como ya es habitual tras la conclusión de la pelea comenzaron los rumores y los posibles candidatos que tendrá Pacquiao de cara a la próxima pelea y el primer en las quinielas como siempre es el invicto estadounidense Floyd Mayweather Jr, que será con el que menos opciones tendrá de enfrentarse, al menos este año. Mientras que el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez también se presenta como un rival de interés en el futuro profesional de Pacquiao, junto con el puertorriqueño Miguel Cotto.