Irlanda gana en Francia y se lleva el Seis Naciones

De esa manera, sólo los irlandeses eran dueños de su futuro. Si ganaban en París, se llevarían la copa; si no, el trofeo sería para los ingleses. En otras circunstancias, y más teniendo en cuenta la rivalidad histórica entre éstos y los galos, podría parecer que el XV de la Rosa no iban a contar con un aliado entregado. Pero nada más lejos de la realidad. Los franceses lucharon hasta la extenuación por cada balón y, de no ser por el avance de la tecnología, le podrían haber servido en bandeja el título a su eterno rival en el último minuto.

En ese punto el marcador señalaba 20-22 para los visitantes. Francia consiguió un ensayo que habría dado la vuelta al marcador y al torneo, pero la repetición ordenada por el árbitro dejó claro que había existido un pase adelantado previo y anuló la jugada. Una defensa al límite de los insulares en los últimos segundos terminó con confirmar su victoria con ese mismo tanteador.

Durante todo el choque hubo gran igualdad y contó con rachas para los dos bandos. Primero para el XV del Gallo (6-0), luego para sus rivales (6-12) y al descanso con ventaja local de nuevo (13-12). Los ingleses, desde la distancia, vieron cómo sus opciones perdían fuelle ante el empuje de Sexton (13-22), aunque un ensayo posterior francés estrechó la renta a (20-22) y les permitió soñar justo hasta la polémica jugada final.

En otra época, sin repeticiones televisivas, quizá la violación hubiera pasado inadvertida y la ganadora habría sido Inglaterra. Pero en el siglo XXI de la tecnología, Irlanda se ha llevado la gloria en el último partido oficial de Brian O’Driscoll después de 141 internacionalidades.

En el intrascendente choque restante, Gales apabulló a Escocia (51-3).