Nibali sufre en Formigal

Tres kilómetros después, Nibali sigue de líder pero tras sufrir su peor día en la Vuelta y Barguil ha ganado su segunda etapa en un sprint ajustadísimo frente a Rigoberto Urán . En el proceso se destaparon las debilidades del líder en una jornada que, pese al tiempo recuperado, debe ser vista por sus rivales más como una oportunidad perdida que como un éxito.

A la ascensión a Formigal se llegó con una fuga numerosa en cabeza, formada a medias entre los primeros kilómetros de la jornada y los últimos: nunca consiguieron mucha ventaja los fugados, a causa de la insistencia de Movistar , pero en el tramo final tiraron la toalla. Los navarros intentaron meter gente por delante, Astana dejó a la fuga ir, interesada en que las bonificaciones de la meta no se repartieran entre los rivales de Nibali. La escapada se iba a jugar la etapa y Barguil atacó a ocho kilómetros del final y consiguió ventaja rápidamente.

El pelotón hizo la subida entre aparente calma. Tiraba Katusha y no se entendía muy bien por qué: ya no había tiempo para llegar a por la etapa y tampoco para sacar diferencias significativas para remontar la distancia de Nibali. En estas atacó Valverde por sorpresa , Nibali no siguió su rueda y el ruedo empezó a sospechar. Brajkovic le arregló el primer problema al maillot rojo a la par que el viento de cara, que cortó el ataque de Valverde.

Pero poco después atacó Purito y se cayeron las caretas. Nibali no iba . El italiano empezó a ceder de todos: de Joaquim, al que nunca intentó seguir, de Horner y finalmente de Valverde, que le dio el golpe final. Nibali se quedó a solas contra el viento y cada ciclista que se le acercaba le superaba. Metros más tarde, en meta, el cronómetro se detenía en 28 segundos perdidos con Rodríguez, 25 con Valverde y 22 con Horner.

Algo antes había llegado Barguil, acompañado por Rigoberto Urán. Entre el pánico por el viento y la flaqueza, el jovencísimo francés había perdido toda su ventaja, que había llegado hasta los 45 segundos. Todo apuntaba a que Urán le cogería y le pasaría, pero Barguil se soldó a su rueda y esto desconcertó al colombiano. En el sprint final, Urán estuvo a punto de ganar pero Barguil se lo llevó en la 'foto-finish' . Dos etapas con 21 años ante lo mejor del pelotón; Barguil había obligado a mantener los ojos bien abiertos ante él cuando ganó el Tour del Porvenir el año pasado, pero quien los cierre ahora no tiene ninguna excusa.

Nibali entró a meta exhausto, con cara de circunstancias. «Un día muy difícil» , contaba al llegar. Sus rivales sonríen: Horner ahora está a 28 segundos, Valverde, a 1:14 y Purito, a 2:29. Pero hay una pregunta en el aire: ¿cómo de honda habría sido la crisis de Nibali si hubieran tardado menos en probarle? ¿Cuánta renta se habrían llevado Horner, Valverde y Purito si su ataque hubiera llegado a diez kilómetros de meta en vez de a dos? Nibali viste de rojo en el día de descanso y puede suspirar: hoy ha evitado una oportunidad de perder la carrera.