Un estudio cuestiona la «limpieza» de la élite del deporte alemán

Según el estudio, en el que participaron 1.154 atletas de elite y realizado por encargo de la fundación Deutsche Sporthilfe (Ayuda deportiva alemana) un tercio de los deportistas ha sufrido enfermedades psicológicas como depresión, burn-out (síndrome de agotamiento) o anomalías como anorexia o bulimia.

Un 8,7 por ciento reconoce haber participado en manipulaciones de resultados y un 5,9 por ciento admite haberse dopado regularmente, según el estudio presentado a la comisión de deportes del parlamento alemán. Esta última cifra contrasta aparentemente con la creencia del común de la población que considera que el 29 por ciento de los deportistas se dopa pero los responsables del estudio subrayan que se tiene que contar también con un porcentaje de atletas que usan sustancias prohibidas y no lo reconocen ni siquiera anónimamente.

Más de un 40 por ciento admite asumir conscientemente riesgos para su salud en la búsqueda de éxitos deportivos. La razón de la disposición a arriesgar la salud para un 57 por ciento de los entrevistados está en el miedo al futuro. Otros motivos son la presión del entorno y la búsqueda de reconocimiento.

El estudio insiste en que, como lo han mostrado otras investigaciones en el pasado, la verdadera situación económica de la gran mayoría de los deportistas de elite tiene poco que ver con lo que la población se imagina, pensando en deportes bien remunerados como el fútbol.

Los ingresos promedio de un deportista de elite alemán, según la Deutsche Sporthilfe, están en torno a los 600 euros mensuales con unas 60 horas de trabajo semanales y la necesidad de buscar una formación alterna para asegurar el futuro económico.

Un 90 por ciento de los deportistas de elite, según el estudio, tienen miedos con respecto al futuro después de la carrera deportiva.