COPA CHENEL
Luis David, Cristian Pérez y Víctor Hernández tocan pelo en la primera semifinal de la Copa Chenel
A oreja por coleta en una tarde en la que la falta de fuerza de los toros fue la protagonista
Molina y Víctor Hernández, a hombros de la mayoría social

Se lució de capa Luis David con el que abría la tarde, primero con buen toreo a la verónica, y después con un vistoso quite por caleserinas. El de Concha y Sierra tenía picante en la embestida, y el mexicano estuvo poderoso, bajándole ... la mano, pero le tocó varias veces las telas, lo que hizo que el animal desarrollara un pequeño cabezazo al final del muletazo, lo que también hizo al natural, quedándose más corto por ahí. Dejó una gran estocada, tras pinchazo.
El cuarto, de Ana Romero, tuvo un primer tercio accidentado, ya que se vencía mucho por el pitón izquierdo y cogió a Luis David, empotrándole contra las tablas. Fue un milagro que no le pasara nada al mexicano, pero, en la carrera descontrolada del toro, también volteó a un banderillero que hacía el quite, complicando enormemente la lidia, porque, a su mala condición, se unió una evidente escasez de fuerzas. No podía con su alma y fue muy protestado, mas, incomprensiblemente, el presidente lo mantuvo en el ruedo. Con esos mimbres, un maltrecho Adame tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para sortear las aviesas miradas del animal, y mantenerlo en pie, ya que sus embestidas iban a trompicones y sin humillación. A base de valor y de ponerse por los dos pitones, fue amansado a la fiera, que los últimos pasajes de la faena se vio dominado, después de tragarse tres redondos invertidos templados, que calentaron los tendidos. Mucho mérito.
La lidia al segundo comenzó con el recibo a porta gayola de Cristian Pérez, pero se vio pronto la escasez de fuerzas del de Ana Romero. El albaceteño, tras brindar a su hermano, se vio con la dificultad de tener que torear con la mano baja a un toro que lo pedía, pero que se iba a caer, lo que deslucía el trasteo, y lo resolvió con la mejor medicina, el temple. Gracias a eso, el toro fue de menos a más, y en las postrimerías de la faena ya no se doblaba de manos. Ese toque suave, y ese toreo templado, fueron la mayor virtud de una faena que, no obstante, era complicado calara en el tendido.
Volvió a recibir al quinto en chiqueros. El toro manseó en el primer tercio, apenas fue picado y buscaba las tablas descaradamente. Así transcurrió también la lidia del segundo tercio. Cristian Pérez brindó a Luismi 'el Chatarrero' por «su apoyo a la tauromaquia», y el toro llegó al último tercio con escasas ganas de embestir. Resultaba soso y mansurrón, aunque noble. El torero derrochó voluntad. A veces consiguió limpieza en los muletazos, y otras menos, pero alargó la faena intentando exprimir al máximo las últimas embestidas del animal. Lo mejor de todo el trasteo vino con la espada, porque lo mató por arriba de un estoconazo.
El tercero, un toro de Concha y Sierra muy escasito de cara, manifestó mansedumbre en el caballo, defecto que conservó toda la lidia. Fue excelentemente banderilleado por Marcos Prieto, y Hernández empezó directamente a torear sin probaturas, con unos pases por la espalda en un toreo vertical, que intentaba conectar con los tendidos. El animal llevaba la cara por las nubes, y al final de cada muletazo salía un tanto desentendido. A pesar de la voluntad del torero, el lucimiento fue escaso.
Cerró la tarde un precioso toro de Ana Romero que no tuvo fuerza, a pesar de que su paso por el caballo fuera un mero espejismo, porque no llegó ni a sangrar en las dos entradas que tuvo. La mayor virtud del animal fue la nobleza, pero su forma de embestir era más bien al paso, no humillada, aunque con cierta clase. La versión que sacó a relucir Hernández ante este ejemplar fue más académica, clásica y templada que la primera, sobresaliendo su toreo con la mano izquierda. A pesar de que la espada le quedó muy perpendicular, el acierto con el verduguillo le ayudó a conseguir una oreja.
Copa Chenel
- Valdetorres del Jarama (Madrid). Sábado, 15 de junio. Toros de Concha y Sierra (1º, 3º y 5º) y Ana Romero (2º, 4º y 6º).
- Luis David, de verde esperanza y oro. Pinchazo y estocada entera (saludos). Estocada un poco caída y tendida (oreja).
- Cristian Pérez, de nazareno y oro. Estocada baja y estocada desprendida (saludos). Estocada entera (oreja).
- Víctor Hernández, de azul marino y oro. Dos pinchazos y estocada caída (saludos). Estocada desprendida y perpendicular (oreja).
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