SAN ISIDRO
Juan Leal: «Tuve que torear al quinto antes de entrar a matar porque el toro estaba entero, y no entiendo cómo el público no lo vio»
El diestro francés habla con ABC sobre la dura tarde del domingo, en la que fue el único matador en salir por su propio pie tras hacerse cargo de cuatro toros por los percances de sus compañeros
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Juan Leal en el túnel de cuadrillas
A porta gayola se fue Juan Leal a recibir el primero de Pedraza del domingo, sin saber que iba a ser el único matador que iba a salir a pie de la plaza, teniendo que estoquear cuatro toros. Tras matar al segundo de su ... lote, se tuvo que hacer cargo del quinto cuando cogió a Francisco José Espada al principio de la faena. Al igual que tuvo que dar muerte al sexto, que cogió de forma feísima a Isaac Fonseca. Una vez terminado el festejo, salió junto a todas las cuadrillas, en un bonito gesto de compañerismo.
-¿Cómo vivó la dura tarde?
-Era una tarde de mucha ilusión, de mucha responsabilidad, como pasa cuando se torea en San Isidro. Uno pone todas sus ilusiones y su trabajo para un día tan especial como el de ayer, y al final entre una cosa y otra fue una tarde realmente dura a nivel profesional, no sólo por el hecho de haber tenido que matar cuatro toros, sino por el percance de mis compañeros. Uno lo pasa mal cuando un toro coge a sus compañeros. El ambiente que se vivió en la plaza también fue complicado… Todo fue muy duro de vivir.
-Usted se tuvo que hacer cargo del quinto, aunque Espada intentó salir, y hubo ahí un pequeño lío...
-Son momentos en los cuales, cuando uno es el director de lidia y coge un toro a un compañero, tú te tienes que hacer cargo del toro. Con eso quiero decir que te tienes que hacer cargo del toro según el momento que esté de la lidia: si la faena ya está hecha y coge a tu compañero antes de entrarlo a matar, tú tienes que entrar a matar sólo. Si coge a tu compañero con el capote, cosa que me ha ocurrido por ejemplo en Pamplona, me tengo que hacer cargo desde el capote a la espada. Si lo coge en la primera tanda de muleta, tengo que torearlo y matarlo. Yo creo que eso es lo que siempre nos han inculcado y enseñado a los toreros. Ayer cuando cogió a mi compañero Francisco José Espada fue al principio de faena, en la primera tanda. Salí para torear el toro y luego entrar a matar. No sé si es una situación que llevaba tiempo sin ocurrir, pero yo creo que es algo que el público de Madrid desconoce. Preocupa un poco la educación del público de Las Ventas, porque no tuvo sentido que me pitaran.
-También es verdad que el presidente paró unos minutos la corrida. ¿Qué ocurrió?
-Cuando salí a pedir permiso al presidente, él estaba hablando por teléfono porque había un malentendido, ya que en la enfermería estaban haciendo como señales de que iba a salir el torero. En ese momento, yo estaba esperando la orden del aguacilillo, que supongo estaba hablando con el presidente para tener noticias de si iba salir o no. Entonces me metí para dentro, porque parecía que sí salía -aunque sólo me hacían señas-, y mientras tanto, el toro estaba campando a sus anchas en el ruedo, desarrollando sentido. Fue un momento de confusión. Así que, cuando salí después para hacerme cargo del toro, porque me lo dijo el presidente, la gente ya no me dejó ni torearlo, y el toro ya se había orientado. Espero que, si vuelve a ocurrir, se tome una decisión con más rapidez, y que tanto el público, el presidente y el torero sepan qué hay que hacer.
-¿Sintió que el público fue injusto con usted?
-No es que estuviera especialmente conmigo. A lo mejor se creían que el otro torero iba a salir y estaban que no sabían lo que iba a pasar. Pero, si en ese momento el presidente categóricamente hubiera dicho que no va a salir el otro compañero y me hubiera mandado que me hiciera cargo del toro, a lo mejor el público se lo hubiera tomado de otra manera. Habría que haber dejado claro por megafonía o de alguna manera que el compañero no iba a salir. A lo mejor así nos ahorraríamos esos pitos que hubo ayer por el público que ayer, porque lo mismo se creían que yo quería aprovecharme de que no estaba mi compañero para torear su toro. Pero el toro estaba entero, y tuve que doblarme con él, porque venía a 200 km/h. Para entrarlo a matar tenía que torearlo antes.
-Salió usted con su cuadrilla y las de sus compañeros en una bonita imagen que muestra los valores de la Fiesta.
-Qué menos que un poco de reconocimiento a las cuadrillas y admiración hacia mis compañeros. Fue un gesto de decir «nos hemos salvado», y salimos todos juntos. Fue una forma un poco simbólica de darles cariño y arropar un poco más a los que se habían quedado sin su matador, y también un reconocimiento hacia mi compañeros.
-En Las Ventas y con Pedraza también ha estado usted en el hule...
-En Madrid mismo, con la misma corrida lo viví en mi propia carne años atrás. Cuando te pasa a ti duele mucho, pero cuando pasa a un compañero, la verdad es que es muy, muy duro. Tener que matar cuatro toros, mientras se llevaban a mis compañeros a la enfermería fue algo muy complicado.