Mayo Festivo

Blas Pérez presenta un cartel de pura «estampa emocional»

Desde el Grupo Cántico hasta las latas de Carbonell, el autor ha querido plasmar la Córdoba de su memoria

Blas Pérez presenta un cartel de pura «estampa emocional» VLERIO MERINO

J. M. C.

Se trataba de hacer un cartel del Mayo Festivo que no fuera genérico, sino que Córdoba estuviera perfectamente representada y parece que Blas Pérez Aranda lo ha conseguido. De hecho, en palabras suyas, «es un cartel muy Córdoba» y en él ha tratado de plasmar, ... sobre todo, sensaciones antes que mero diseño, a base de recuerdos que se le han quedado grabados en la retina desde que era niño hasta su desarrollo actual como artista.

Este mañana ha tenido lugar en la Posada del Potro el acto de presentación pública de la fiesta cordobesa por excelencia, que tiene su pistoletazo de salida en la cara que va a mostrar el Mayo Festivo cuando se anuncie a partir de ahora en las calles de la ciudad, y en el que estuvieron presentes el alcalde, José Antonio Nieto, y la edil de Fiestas y Tradiciones Populares, Amelia Caracuel. El propio escultor y pintor ha explicado que se trata de una pura «estampa emocional», donde se pueden encontrar claramente el influjo de una amalgama de elementos externos a su persona, pero también internos con sus propias vivencias.

Así, desde el mundo del cómic de los años 80 del siglo pasado, pasando por las latas del aceite Carbonell o las imágenes costumbristas que aparecían en las cajas de galletas y en las de costuras, hasta llegar a las películas de los años 30 y 40 en las que las protagonistas eran las folclóricas famosas de la época que, «aunque muchas eran muy malas actrices , dejaron esa imagen de la alegría nacida del hambre que tanto nos define» y que aparecen también en el cartel, donde este año, en contraposición a la polémica y el debate generado en 2013, únicamente hay figuras femeninas.

Y de fondo, la línea del horizonte de la Campiña cordobesa vistas desde la explanada de San Rafael, con la pétrea Torre de la Calahorra, que es «uno de los elementos más cordobeses que hay, casi por encima de la Mezquita-Catedral». Todo ello bien guardado en la memoria de un hombre que cuando era niño cruzaba varias veces al día el Puente Romano para ir desde su barrio al centro de la ciudad.

Por último, Blas Pérez ha considerado que ha tratado también de plasmar el influjo del Grupo Cántico, que él mismo pudo vivir cuando era estudiante teniendo de profesores a algunos de sus componentes ya bastante mayores y que representa «la última Córdoba que se muestra e el cuadro», así como a las modistas de su familia, que «con su paciencia de horas sentadas en silencio han sabido crear arte de la nada».

Blas Pérez presenta un cartel de pura «estampa emocional»

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