DESDE MI RINCÓN
Estemos vigilantes
JOSÉ LUQUE VELASCO
Parto de dos premisas que considero ciertas. La primera nos dice que el Estado no informa a los ciudadanos, con veracidad, sobre la situación de las cuentas públicas. Si el PP, cuya misión principal como oposición era la de controlar al gobierno, afirmó cuando llegó ... al poder que le habían engañado, imagine el lector como estaremos los ciudadanos. La segunda premisa es la complaciente seguridad que tenemos de que los errores e incluso los chanchullos de nuestros administradores políticos, los pagaremos los ciudadanos corrientes. Cuando digo corrientes, no incluyo a quienes conforman el sistema financiero ni a quienes forman parte de ese entramado político que genera el Estado.
¿De verdad sabemos lo que debe el Estado? ¿Cree el lector que el Ayuntamiento de Córdoba conoce a ciencia cierta sus cuentas? Cuando llevaban cerca de dos años en el gobierno, nos dijeron que se habían encontrado con alguna sorpresa desagradable. ¿Están seguros de que no se encontrarán con algunas más? Si hablamos de comunidades autónomas, la cosa es mucho peor. Ya han sido dos veces las que el Gobierno actual libra fondos para poner al día las facturas que las comunidades guardan, impagadas y no contabilizadas, en los cajones. ¿Alguien cree que no habrá una tercera, una cuarta y muchas más, mientras existan las autonomías? Dicho esto, me dirijo al Ayuntamiento de Córdoba, sorprendido por una información, al tiempo que pidiendo aclaración sobre un asunto económico. El pasado día 6, leía en ABC que «la cámara de tráfico de calle San Fernando multará a unos cien coches al día». Desde esta columna, dos días antes me preguntaba si los ciudadanos somos tan felones y delincuentes como para que nos multen con tanta frecuencia. Convencido de que no somos ni lo uno ni lo otro, deduzco que esa cámara está puesta por unos incompetentes o con el único fin de recaudar. ¡Ellos sabrán! Al día siguiente, el mismo diario informaba de que «el Ayuntamiento lidera un plan para hacer 2013 viviendas baratas». Dicho así, la noticia es digna de resaltar. Pero seamos conscientes de que hay un alarmante «stock» de vivienda e incluso un Banco Malo llamado Sareb que, liderado por el Estado y con dinero público, se ha hecho cargo de los activos «tóxicos» de los bancos, compuestos principalmente por viviendas. Por ello, pregunto al Ayuntamiento si ese liderazgo suyo nos va a costar algo a los ciudadanos de Córdoba. Porque si va a representar costo, deberíamos saberlo.
Se ha pasado el ecuador del mandato municipal. Hay que estar vigilantes con las decisiones económicas que toman los políticos. A partir de estas fechas, tienen la tentación de poner en marcha los famosos `planes E, buscando votos para ellos y facturas para nosotros. Por el bien de todos, procuremos que eso no pase en Córdoba.
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