Ellas lo prefieren largo y lento
Entre las arañas, la forma en la que el macho corteja a la hembra influirá en sus posibilidades de tener sexo y, sobre todo, de no acabar devorado después
El cortejo y los preliminares son importantes en cualquier especie, pero en un tipo de araña, la Argiope keyserlingi , puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. En este caso, la dama no solo decide si ha sido debidamente agasajada como para acceder a practicar sexo con su pretendiente, sino que además, según el macho ejecute el comienzo de una especie de danza amorosa, lo devorará o no después. Si el romeo de ocho patas quiere seguir vivo, según ha descubierto un grupo de científicos de la Universidad de Western Australia, deberá provocar unas vibraciones en la tela de forma larga y lenta. Los que se apresuran se convierten en aperitivos postcoito. La investigación aparece publicada en la revista de acceso abierto PLoS ONE.
Los investigadores tenían curiosidad por conocer cómo las arañas deciden copular unas con otras, algo sobre lo que la ciencia no sabe demasiado. Para ello, recogieron 21 machos y 21 hembras de la especie Argiope keyserlingi, bastante común en Australia, y los mantuvieron en recipientes de plástico bien alimentados y con las condiciones de temperatura y luminosidad adecuadas para que pudieran construir sus telas.
Cuando el macho se encuentra con una hembra, corta cuidadosamente una pequeña sección de su tela, construye un hilo de apareamiento sobre el agujero y comienza un complejo ritual de cortejo. Lo primero que hace es mecerse hacia adelante y hacia atrás de tal forma que se produce una vibración sobre la tela. De esta forma, trata de atraer a la hembra, mucho más grande.
Danza del apareamiento
Si tiene éxito, meneará su zona abdominal y llevará a cabo la danza del apareamiento, que consiste en unos botes, tirones y brincos sobre la telaraña. De su rendimiento en estos últimos preliminares dependerá que la hembra decida o no aparearse, pero hay algo aún más importante: cómo realice los primeros temblores resultará fundamental para conservar su vida más adelante. Al parecer, las hembras prefieren a los machos que provocan largas y lentas vibraciones en la tela, mientras que los que se apresuran tienen más probabilidades de acabar devorados tras la cópula.
Ante esta perspectiva, merece la pena aplicarse como es debido al principio.
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