Urnas hechas en una cárcel para la consulta del 9N
La Generalitat ultima el dipositivo logístico para un referéndum que asume que no va a poder celebrar
à. g.
Vicepresidenta del gobierno catalán, miembro de la dirección de Unió Democràtica (UDC), a Joana Ortega se la tiene como uno de los elementos más pragmáticos del Ejecutivo de Artur Mas. Al igual que su presidente en Unió, Josep Duran, sus dudas sobre la consulta son ... notorias, y las expresa públicamente, como cuando hace apenas unos días planteó la posibilidad de aplazar el referéndum si no había autorización del Estado. Paradójicamente es Ortega la responsable en el gobierno catalán de la organización de la consulta, en un proceso del que afirma está "todo a punto".
A grandes trazos, la Generalitat ha ido desvelando cómo piensa llevar a cabo la votación. Para empezar, ya ha encargado la fabricación de urnas y papeletas , en concreto al Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) de Lérida, dependiente del centro penitenciario de la misma ciudad. Ya se ha desvelado que costarán unos dos euros, serán de cartón y tendrán una pequeña ventana de plástico en uno de los laterales. La Generalitat renunció a las urnas convencionales de plástico que se utilizan habitualmente por ser más caras. Se estima que habrá unas ocho mil mesas electorales. Para todo el proceso la Generalitat ha destinado una partida de cinco millones de euros , ampliables.
También está diseñado el dispositivo de seguridad conjunto entre los Mossos d'Esquadra y las policías locales, un operativo para el que ya hace meses que se mandó una circular a los agentes suspendiendo las libranzas para ese día.
«Voto en depósito»
Otro de los aspectos importantes, evidentemente, alude a los sistemas de votación. En este sentido, por ejemplo, se ha descartado el voto electrónico, por considerarlo poco seguro, así como también el voto por correo, al entender el gobierno catalán que podrían darse problemas, como ya ha sucedido en anteriores convocatorias electorales. Así, y aparte del voto presencial, la Generalitat plantea para los residentes en el extranjero mayores de 16 años (edad mínima para votar) el llamado "voto en depósito", que permitirá votar de forma anticipada, aunque acudiendo a los centros habilitados por el gobierno catalán. Previamente, los catalanes en el exterior tendrán que haberse apuntado en un registro, un trámite por cierto que un escaso número de residentes ya ha cumplimentado.
Así las cosas, y pese a la seguridad de que no va a haber consulta, la Generalitat sigue adelante con los preparativos, dedicando presupuesto y el trabajo de decenas de funcionarios a lo que es ahora misma una ficción política.
o.
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