El Cirque du Soleil veranea en Port Aventura y Andorra

«Kooza», que significa tesoro, se apoderó ayer de los más pequeños y de los mayores de la mano de un universo visual muy exótico lleno de sorpresas. Los bufones juegan con el público con un resultado muy efectivo ganándose a todo el mundo. Cincuenta artistas de dieciocho nacionalidades se dan cita este verano en Vila-Seca. La mánager, Heather Reilly, confía en que este sea el principio de una larga relación entre el parque y El Cirque du Soleil.

Los dos momentos de máxima ovación fueron el número de los tres funambulistas madrileños y también la rueda de la muerte donde dos artistas desafían las leyes de la gravedad dando vueltas en el aire desde una estructura con dos polos opuestos. «Kooza», que cuenta con música y canto en directo, se estrenó hace seis años en Montreal y estará en Vila-Seca hasta el 30 de agosto con diez actuaciones semanales

Pero eso no es todo. La factoría canadiense desembarca por segundo año consecutivo en Andorra para estrenar «Scalda mater natura», un montaje al aire libre inspirado en la naturaleza. Creado específicamente para este país de montañas, «Scalda» ofrecerá diecisiete representaciones, siete más que el verano pasado, en un escenario de veinte metros de altura instalado en el Parc Central de Andorra la Vella. Habrá localidades de pie y sentadas. Para las primeras, unas tres mil, la entrada es gratuita pero hay que hacer una reserva; y para las segundas, sentadas, hay una disponibilidad de dos mil sillas al precio de quince euros.

Pero como nunca llueve a gusto de todos; el Gobierno de Andorra, que sufraga el coste del espectáculo, está enfadado porque el Cirque du Soleil ha cerrado en las mismas fechas un acuerdo con Port Aventura. El resultado para el turista es que en pocos kilómetros puede conocer dos propuestas circenses de primerísima fila.