Groenlandia florece: ¿por qué no es bueno para el planeta?

El deshielo de la isla ártica afecta a la corriente AMOC del Atlántico y a la emisión de gases de efecto invernadero

Glaciares de Groenlandia. Universidad de Leeds

José A. González

Groenlandia florece y reverdece, pero no es por la primavera, sino por el hielo de sus placas que se derrite. «Donde antes había hielo y nieve, ahora hay rocas áridas, humedales y zonas de arbustos», señalan investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) en ... un estudio publicado este martes. En los últimos años, la superficie perdida en este país de la región ártica representa el 1,6% de la cubierta total de hielo y glaciares en sus fronteras.

Según los datos en posesión de los investigadores en medio siglo, desde los años 70, la región se ha calentado el doble de la tasa media mundial. Entre 2007 y 2012, la temperatura media anual fue 3 grados en comparación con el promedio entre 1979 y 2000. Groenlandia es la isla más grande del mundo, con un tamaño de alrededor de 2,1 millones de kilómetros cuadrados, tiene 57.000 habitantes y la gran parte de sus tierras están cubiertas por hielo y glaciares.

Sin embargo en los últimos 30 años gota a gota, esta superficie ha perdido 28.707 kilómetros cuadrados de la capa de hielo y los glaciares de Groenlandia, según un importante análisis de registros satelitales históricos. «Al analizar imágenes satelitales de alta resolución, hemos podido producir un registro detallado de los cambios en la cobertura del suelo que se están produciendo», explica Jonathan Carrivick, científico terrestre de la Facultad de Medio Ambiente de Leeds y uno de los autores del estudio.

Universidad de Leeds

Una fusión que no solo provoca cambios en el propio país, ya que la degradación del permafrost, capa permanentemente congelada debajo de la superficie de la Tierra, puede -aseguran los autores- tener un impacto en la infraestructura, los edificios y las comunidades que existen encima. Sino que estos cambios también se sienten a miles de kilómetros de esta isla ártica.

La pérdida de hielo afecta la temperatura de la superficie terrestre debido al albedo, que es la medida de cuán reflectante es una superficie. La nieve y el hielo son buenos reflectores de la energía del sol que llega a la superficie de la Tierra y esto ayuda a mantener el planeta más frío. A medida que el hielo se retira, deja al descubierto un lecho de roca que absorbe más energía solar, elevando la temperatura de la superficie terrestre. Además, a medida que el hielo se derrite, aumenta la cantidad de agua en los lagos. El agua absorbe más energía solar que la nieve y esto también aumenta la temperatura de la superficie terrestre. «Esta pérdida también contribuye sustancialmente al aumento global del nivel del mar, una tendencia que plantea desafíos importantes tanto ahora como en el futuro», señalan los investigadores de la Universidad de Leeds.

Corriente AMOC

Pero este florecer de Groenlandia no solo cambia su paisaje y fisonomía, también modifica la vida submarina. El pasado fin de semana, otro estudio, en este caso de los investigadores René M. van Westen, Henk A. Dijkstra y Michael Kliphuis, de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) especializados en climatología y oceanografía, apuntaban a que la circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés) estaba cerca del colapso.

Esta importante corriente sirve como flujo para transportar agua cálida y salada hacia el norte del océano y aguas más frías hacia el sur. Su existencia se considera fundamental para equilibrar y templar las temperaturas, especialmente en el noroeste de Europa, pero su funcionamiento natural está cada vez más en peligro como consecuencia del cambio climático.

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Los litros que Groenlandia ha perdido de sus hielos y glaciares, advierten los científicos, está influyendo en el debilitamiento de esta corriente. El hielo derretido está acumulando agua en el norte del Atlántico y está frenando y ralentizando la corriente AMOC. Ahora, las nuevas predicciones apuntan a que el punto de inflexión podría llegar en las próximas décadas.

Si esta corriente colapsa, los expertos creen que en esos países las temperaturas generales no tardarían en desplomarse entre cinco y 15 grados por debajo de los niveles actuales, y en ciertos lugares como partes de Noruega podrían llegar a descender incluso más de 20 grados. Además, también bajarían las temperaturas en zonas de Norteamérica y Asia, mientras que en el hemisferio sur podrían incrementarse aún más; y habría importantes cambios en el comportamiento de la lluvia en lugares como el Amazonas, donde las temporadas secas y las lluviosas podrían intercambiarse.

Aumento gases de efecto invernadero

La pérdida de hielo no solo se deja ver desde los satélites con más color sobre la superficie de Groenlandia. Las «rocas desnudas» y los «arbustos» han aparecido en el oeste, el medio noroeste y el sureste y la cantidad de tierra con vegetación aumentó en 87.475 kilómetros cuadrados, más del doble durante el período de estudio. Pero no es lo único que ha aumentado en la isla ártica.

El análisis muestra que los humedales de Groenlandia casi se han cuadruplicado, especialmente en el este y el noreste. Los humedales son una fuente de emisiones de metano.

En el artículo, los investigadores señalaron que «la expansión de la vegetación, especialmente en las zonas de humedales exacerba, el deshielo del permafrost, el engrosamiento de la capa activa y, por tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero previamente almacenados en estos suelos árticos».

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