El planeta necesita voluntarios
Crece la solidaridad ambiental en España, pero todavía es una tarea pendiente entre la población
José A. González
Dejar de viajar en avión, usar más el transporte público y menos el coche o usar productos reciclados. Estos enunciados son ya comunes para los españoles, tanto que el 81% de los españoles está a favor de «medidas gubernamentales más estrictas que impongan cambios en ... el comportamiento de las personas para hacer frente a la emergencia climática», según datos del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Pero, a la hora de ponerse manos a la obra, España aún le cuesta.
«Cada día, voluntarias y voluntarios dedican su tiempo y esfuerzo para comprometerse en la inclusión de quienes suelen quedar atrás», señala Naciones Unidas. En España hay alrededor de 2,7 millones de personas que hacen voluntariado regularmente; de ellas unas 850.000 son jóvenes.
La juventud es el principal motor de esta nueva ola de voluntariado entre la sociedad española, ya que tres de cada diez voluntarios en España tienen menos de 35 años. «En este clima de incertidumbre, la juventud ha jugado un papel fundamental, al actuar como muro de contención ante las diferentes crisis vividas», destaca la Plataforma del Voluntariado de España (PVE).
El perfil del voluntario español es de una mujer con estudios universitarios y entre 25 y 44 años
Precisamente, la covid-19 ha dejado su huella en esta acción social, ya que los voluntarios mayores de 65 años caen por culpa de la pandemia, «muchas de estas personas se han visto obligadas a suspender la acción voluntaria al tratarse de una población de riesgo».
La pandemia ha dejado un rejuvenecimiento de la solidaridad en España. El último informe de la PVE revela la fotografía de una mujer (54%) de entre 25 y 44 años (25%), con estudios medios y universitarios (78%) y un nivel económico medio alto (93%). Además, se aprecia un rejuvenecimiento del voluntariado, cuya edad media desciende con respecto a 2020, cuando oscilaba entre 45-54 años.
Crece el voluntariado ambiental
Un año más, el voluntariado social lidera el ranking: seis de cada diez personas apuestan por él. Mientras que el ambiental continúa siendo una tarea pendiente entre la población española.
La preocupación por el entorno y el cambio climático se duplica y pasa del 4% al 8% como intereses de los voluntarios. «Queremos agradecer a voluntarios y voluntarias todos los esfuerzos realizados para ayudar a mejorar el planeta en el que vivimos», comenta Federico García, responsable del área Social de SEO/BirdLife.
A diferencia de los datos generales, la edad en la solidaridad medioambiental aumenta, según datos de SEO/BirdLife. Cuatro de cada diez superan la barrera de los 40 años, mientras que la concienciación ambiental entre los más jóvenes no llega al 10% y cae hasta el 5% en los menores de 23 años.
El voluntariado ambiental, tal y como está concebido en la actualidad, intenta reducir el impacto negativo del ser humano en el medioambiente y aumentar el valor del patrimonio natural.
Un estudio de la Universidad de Kiel revela que 47 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco están en peligro de destrucción. En España, según este informe, la amenaza del cambio climático se cierne sobre la ciudad romana de Tarraco (Tarragona), las termas romanas del Cabo Trafalgar (Cádiz) y el yacimiento romano de la isla de Ons (Pontevedra), que podrían llegar a desaparecer.
Un movimiento para salvar el planeta que empezó a florecer en los años 50 y que surge de las convicciones de los propios ciudadanos y su interés por ayudar a los demás. «Ese compromiso de los voluntarios ha permitido transformar el desarrollo en mejoras para el medioambiente durante casi 70 años», destaca SEO/BirdLife.
Esta información se enmarca en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 13 .
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