Cambio climático

2023 apunta al año más caluroso de toda la historia

Tras un verano meteorológico, periodo que comprende desde junio hasta agosto, excepcionalmente cálido, donde se borraron los registros datados desde el siglo XIX, septiembre y octubre han continuado con temperaturas «anormalmente cálidas». A poco más de 20 días para que los focos de la cumbre del clima de Dubái (COP28) se enciendan y los líderes mundiales debatan sobre el límite de los 1,5ºC pactados hace casi una década, el planeta se dirige hacia esa meta mucho antes del límite pactado en París que se fijó en 2030.

La media global en estos primeros diez meses del año es de 1,43ºC por encima del promedio preindustrial de 1850-1900 y una décima por encima del promedio de diez meses de 2016. «Es la más alta registrada hasta la fecha», advierte el equipo de Copernicus. Sólo 2020 y el propio 2016 se sitúan cerca de estas cifras. «Hemos abierto las puertas del infierno», advirtió hace unas semanas el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

Además, según el último boletín mensual de Copernicus, el otoño meteorológico de 2023 sigue con su anormalidad climática. Esta estación comenzó en septiembre con temperaturas por encima de lo normal que han continuado durante los 31 días de octubre hasta completar el octubre más cálido de toda la historia con una temperatura promedio del aire en superficie de 15,30°C, 0,85°C por encima del promedio para este mes de 1991-2020. Además, supera casi en medio grado el anterior hito histórico fechado en 2019.

«Llevar a cabo acciones ambiciosas en materia de cambio climático en la COP28 nunca ha sido tan urgente», alerta Burgess. Esa será una de las discusiones que se tratarán en las salas de reunión de la cumbre climática anual. Sin embargo, las alertas cada vez son más claras y los llamamientos científicos son más acuciantes, porque, aseguran los investigadores, que la ventana para cumplir con el Acuerdo de París se reduce y «nos queda poco margen».

A principios de año, los investigadores de la Organización Meteorológica Mundial (WMO) alertaron de que el cambio climático provocado por la actividad humana unido al fenómeno de 'El Niño', que se prevé que avance hasta casi mediados del próximo ejercicio según varias proyecciones, «elevarían las temperaturas mundiales hasta límites desconocidos». De momento, los registros históricos han quedado borrados tanto en la superficie terrestre como en la marina y en la Antártica.

El calentamiento de la superficie marina es una de las grandes preocupaciones del mundo científico. Esta situación crea un contexto complicado para los hábitats marinos. «Los cambios de temperatura en el mar son extrañísimos», explica David Nácher, biólogo y divulgador científico de la Fundación Oceanogràfic. Si los seres que viven fuera del mar son capaces de adaptarse a los cambios de temperaturas, lo mismo no ocurre para los que lo hacen en los ecosistemas marinos.

Tras un verano, donde los océanos y mares de la Tierra también han registrado sucesivos récords de temperatura máxima; el otoño no ha permitido reducir la temperatura de estas superficies marinas. Este último mes, «se alcanzaron los 20,79°C, la más alta registrada para un mes de octubre», según el boletín de Copernicus.

Por su parte, el Pacífico ecuatorial, registró, nuevamente, condiciones propias del fenómeno de El Niño, aunque las anomalías fueron menores respecto a las alcanzadas en esta misma época del año durante el desarrollo de los fenómenos más fuertes de la historia, registrados en 1997 y 2015.

Además, el calentamiento de la superficie también se hizo notar en las regiones polares. Octubre marcó el sexto mes consecutivo en que la extensión del hielo marino de la Antártida se mantuvo en niveles récord para la época del año, con un valor mensual un 11% por debajo del promedio. Mientras que la extensión del hielo marino del Ártico alcanzó su séptimo valor más bajo en octubre, un 12% por debajo del promedio.