Cataluña elevará hasta el 5% el recorte del salario de los trabajadores públicos

Empujados por el Gobierno a no cejar en la política de contención del déficit —techo para las comunidades autonómas del 1,5% del PIB al acabar el año—, la Generalitat de Cataluña anunció ayer una nueva vuelta de tuerca en su política de recortes.

El presidente Artur Mas, apenas tres semanas después de anunciar una rebaja del 3% del salario anual de sus funcionarios —que se descontará de la paga extra de junio—, explicó ayer que va a aplicar un descuento del 2% adicional, que se restará de la extraordinaria de Navidad. La medida, además de a los funcionarios, afectará a todos los trabajadores del sector público catalán, 230.000 en su conjunto, en una media que supondría un ahorro de unos 300 millones de euros a la administración.

Según explicó Mas, la medida queda condicionada a los pasos que pueda dar el Gobierno en esta misma dirección, ya que si el ejecutivo de Mariano Rajoy anuncia un recorte salarial para toda la función pública del Estado, la rebaja de la Generalitat se retiraría. En este escenario, el Gobierno catalán, que mañana verá aprobado en el Parlament, con el apoyo del PP, medidas como la tasa turística y el euro por receta, está pendiente de los presupuestos que presente el Ejecutivo de Mariano Rajoy. En función de esas cuentas, y debido a la desviación del déficit catalán del 2011 en casi 5.000 millones, la Generalitat podría verse obligada a una revisión a la baja de su presupuesto, es decir, más recortes. Además de la previsión de ingresos, otro punto de fricción es la inclusión de 759 millones que el Gobierno adeuda en materia de infraestructuras del ejercicio de 2008, y que Rodríguez Zapatero se negó a abonar. Si no fuese así, advirtió Mas, sería «un incumplimiento muy grave».

En paralelo a la batalla por el reparto del déficit, el Govern presentó ayer un estudio para calcular el «déficit fiscal» de Cataluña con respecto al Estado, un argumentario, se entiende, para exigir un nuevo modelo de financiación. En el horizonte, la gran batalla a la que el gobierno de Mas quiere arrastrar a Cataluña, el pacto fiscal.

Según los datos presentados ayer por el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, el déficit fiscal —la diferencia entre lo que el Estado invierte en un territorio y lo que recauda allí en impuestos— fue, entre 1986 y 2009, de una media del 8,2% delPIB catalán. En 2009, el último año del que se disponen datos, el déficit fue del 8,4%, es decir, un no retorno de 16.409 millones. Según los datos que maneja el Govern, de cada euro que el Estado recauda en Cataluña 43 céntimos no se gastan en este territorio.

Para Mas-Colell, esta contribución es «inaguantable» y «excesiva» para la sociedad y la economía catalana, casi un «diezmo» que sólo arreglará un pacto fiscal, dijo en una conclusión que resulta obvia para la Generalitat. El estudio «lo publicaremos en castellano» para que lo lea el presidente Rajoy, se anunció.