Toledo se echa a la calle para celebrar su XXV aniversario como Ciudad Patrimonio
Por todas las esquinas de la ciudad hoy se celebra que, hace 25 años, un frío día de noviembre de 1986, Toledo fue reconocida por la Unesco

Sánchez Garrido se compró una botella de Beaujolais, el mejor vino francés de la época, nada mas salir de la sede la Unesco, en la rue Miollis de París, en donde vivió con «mucho orgullo y una gran emoción» uno de los mejores momentos de su vida política: la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Eran otros tiempos y la noticia, sin embargo, pasó casi desapercibida en una ciudad que hoy, 25 años después, se va a volcar para celebrar este aniversario tan especial. «Cuando llegamos a Toledo no había ni un alma esperando», recuerda a ABC el exalcalde toledano, Joaquín Sánchez Garrido, que tuvo que descorchar en la soledad de su casa, —eso sí, con su mujer—, la botella de vino.
Todo comenzó en 1985, cuando la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad a las ciudades de Santiago de Compostela y Segovia. Ese día, Joaquín Sánchez Garrido se hizo el firme propósito de que Toledo tuviera también también esa distinción. Y un año después lo consiguió. Con el apoyo del Ministerio de Cultura, entre ellos el arquitecto Antón Capitel, y, sobre todo, de los técnicos del Ayuntamiento, entre los que recuerda a Ignacio Álvarez Ahedo, se consiguió armar un expediente perfecto en el que, sin duda, sobraban los méritos para el reconocimiento y para presentar ante los organismos internacionales. La idea era el reconocimiento institucional para que llegaran más fondos a un Toledo que en esa época estaba agonizando.
Gran emoción
Joaquín Sánchez Garrido, que vivió aquellos años con gran emoción, es consciente de la importancia que tuvo ese reconocimiento para el futuro de la ciudad. Cuenta el exalcalde, que ahora se dedica a su despacho de abogados, a sus hijos y a sus «tres nietos y medio», que un periodista le preguntó ese día que cuánto dinero traía de París. Y es que no se le dio, en su momento, la importancia que realmente ha tenido esta declaración. «Si echamos la vista atrás vemos que ha sido muchísimo dinero el que ha llegado gracias a esta distinción, dinero del Estado, la Junta, el Ayuntamiento y la UE», afirma.
Antonio Guijarro, que hace 25 años era también concejal socialista —aunque mucho más joven— vivió en primera persona todo el proceso junto a su «jefe» de entonces y destaca que el nombramiento fue un empeño personal de Sánchez Garrido, que luchó mucho por conseguir este reconocimiento que ha sido, según explica a ABC, «un estímulo y un acicate para seguir trabajando por la ciudad». Aunque, según dice, «queda mucho por hacer» el trabajo de estos años de las diferentes Corporaciones ha sido muy importante, que han ido apoyando diferentes proyectos y planes, como el Plan Especial del Casco Histórico o la puesta en marcha del Consorcio del Real Patronato de la Ciudad de Toledo.
Como recuerda el actual alcalde, Emiliano García-Page, en un bando que ha hecho público , la declaración de la Unesco estuvo precedida de un extenso informe de Icomos en el que, entre otros argumentos, se afirmaba que como en el caso de Roma o Florencia cualquier intento por inventariar la riqueza patrimonial de Toledo sería una apuesta injustificable e imposible de cumplir. «Aquella declaración no fue, solo, un justo reconocimiento a nuestros valores artísticos, culturales y patrimoniales, sino que abrió una ventana para que los problemas que en aquellos momentos afectaban a nuestro Casco Histórico —despoblación, envejecimiento y deterioro del núcleo residencial— fuesen conocidos más allá de nuestro ámbito local. Se generó el sentimiento de que se debía actuar en Toledo para evitar que los singulares valores de nuestra ciudad se perdiesen. Al frente de ese empeño se situaron los toledanos, verdaderos protagonistas de la conservación patrimonial en estos veinticinco años», afirma.
Por ello, García-Page pide en el bando a todos los toledanos que «nos convirtamos en los mejores divulgadores del gran esfuerzo de restauración y rehabilitación realizado en estos veinticinco años. Abramos nuestras puertas para mostrar y compartir el orgullo de haber recuperado edificios emblemáticos y viviendas, conjugando con acierto la construcción tradicional y las tendencias más vanguardistas de la arquitectura contemporánea».
Y aunque no se ha programado ningún acto oficial o institucional para conmemorar estos XXV años, sí que se han volcado en los actos festivos.
Así, el alcalde invita en el bando a todos los toledanos, a participar en los actos culturales que desde el Ayuntamiento de Toledo se están promoviendo para conmemorar este singular aniversario, unos actos que comenzarán hoy con la Noche Toledana, pero que continuarán en días próximos con una gran exposición artística en el Museo de Santa Cruz y se prolongarán hasta la primavera del año 2012.

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