La región saca su ingenio

Todos nos hemos preguntado alguna vez «¿Quién habrá creado tal o cual objeto?, ¿Cómo se les habrá ocurrido?». Pues simplemente se trata de «buscar una solución a problemas cotidianos». Por lo menos, así de sencillo lo ve Enrique Villacé, el presidente de la nueva Asociación de Inventores de Castilla y León.

La falta de unión entre los diferentes «profesionales» y la desorientación de los principiantes llevó a Villacé a plantearse hace ahora un año una forma de ayudarse mutuamente. Fue casi por casualidad cuando en un programa de radio coincidió con otros tres inventores de Castilla y León a los que también les gustó la idea. A partir de entonces se pusieron en marcha, y aunque la asociación sólo lleva mes y medio registrada ya cuenta con diez miembros. «Hay mucho ingenio en la Comunidad y es muy bueno. La mayoría de las personas no saben que detrás del producto que nos llega de fuera hay una mente española».

Así, con la experiencia profesional de cada uno de ellos colaboran conjuntamente para la creación de nuevos prototipos. «Juntando la cabeza y el esfuerzo de todos se consigue ayudar al que no puede o no dispone de herramientas o materiales», asegura Villacé. De esta forma, el ingeniero aporta sus diseños o el soldador soluciona problemas técnicos en la realización del producto.

A pesar de señalar que el inventor es una persona que nace con ese talento, «la creatividad y el ingenio se puede adquirir con el saber y la cultura, pero tienes que haber nacido con esa capacidad de unir todo lo que tienes en la cabeza para crear algo que resuelve un problema», apunta. Del mismo modo cree que inventores «podemos ser todos», ya que hay una inspiración que según explica surge espontáneamente. «Ves una serie de circunstancias u objetos y ves que si se hace de otra manera se mejora y se resuelve el problema», asegura el presidente de inventores. Es por esta misma razón por la cual la asociación está completamente abierta a incluir nuevos miembros. Miembros que no tienen que contar con un invento ya registrado, sino simplemente tener en mente una idea y querer llevarla a cabo. «La asociación pretende ayudar desde el punto cero», señala, y es que uno de sus principales objetivos es prestar ayuda, asesorar y orientar a los nuevos y futuros inventores, aconsejarles sobre cómo desarrollar una idea o cómo y dónde registrarlo, e intentar relacionar al inventor con algún fabricante, ya que, según explica Villacé, lo fundamental es «no dejar olvidado un invento en el cajón», algo primordial para que el invento triunfe. A sabiendas de la importancia que tiene dar a conocer los nuevos productos, la asociación va a preparar distintas exposiciones, conferencias, charlas y llevará sus inventos por ferias nacionales e internacionales ya que como dice Villacé: «se necesita un poquito de suerte, estar en el momento y en lugar adecuado».

Para empezar a probar esa suerte de la que habla, han instalado un expositor de la Feria de Muestras de Valladolid, en el que enseñan durante estos días siete originales y prácticos inventos, como una botella autorefrigerante que enfría sola, un nuevo modelo de cerradura de gran accesibilidad y alta seguridad que cuenta con una peculiar llave que sólo hace falta introducirla y pulsarla para abrir la puerta, un paraguas que no necesita manos para poder llevarlo, un asiento de automóvil transformable en silla para bebes y silla para niños, un protector de cuchillo para cortar jamón y no cortarnos, una baliza para los cables de cobre que evita el robo y el juego de mesa, «Romper el hielo», que como su propio nombre indica sirve para relacionarse socialmente.