federico félix, presidente de la fundación pro-ave
«Los lobbys del norte de Europa están encantados sin el Corredor Mediterráneo
Las noticias que llegan desde Bruselas respecto a las intenciones en materia de redes de transportes para los próximos años han supuesto un jarro de agua fría para los intereses empresariales de la Comunidad Valenciana. «MC»Federico Félix, al frente de la Fundación Pro-AVE, se compromete a encabezar la pugna para evitar que el Corredor Mediterráneo quede relegado de las prioridades de la Comisión Europea en favor de otros trazados de menor rentabilidad para los intereses económicos del conjunto de España.
Su dilatada experiencia para liderar grupos de presión con el objetivo de reclamar infraestructuras —como la autovía entre Madrid y Valencia o e tren de Alta Velocidad— le avalan como negociador cualificado.
—¿Cómo ha encajado la decisión de la Unión Europea de primar el eje Algeciras-Madrid y excluir a Alicante de las redes de transporte de mercancías?
—Se trata de una información muy negativa, aunque en el caso particular de Valencia, y especialmente de su puerto, no se ve afectado, porque sí dispondría de conexión ferroviaria para sus mercancías desde el centro de España y hacia la frontera francesa. Sin embargo, nuestra voluntad va más allá de ese trazado y vamos a defender los intereses de toda la Comunidad Valenciana.
—¿A quién atribuye la responsabilidad política de que la Unión Europea no contemple el Corredor Mediterráneo en su concepción original?
—En un momento como el actual, en el que la decisión definitiva todavía no está tomada, creo que no resulta conveniente culpar a nadie. Lo que está claro es que la Fundación Pro-AVE vela por los intereses de toda la Comunidad Valenciana y estamos en contra de que se haya dejado fuera a una parte escencial de nuestra región como la provincia de Alicante, en contra de lo proyectado por el propio Ministerio de Fomento en el estudio informativo del trazado. Otra cuestión es que celebremos las oportunidades que la conexión con Valencia brinda para el puerto y la factoría de Ford.
—¿Cree que la situación es todavía reversible?
—Por supuesto. El Corredor Mediterráneo constituye el eje más vertebrador de España y el de mayor peso en términos de PIB y exportaciones. Es la conexión que más riqueza puede generar a España, por encima de otras que ha primado la Unión Europea, y no vamos a quedarnos de brazos cruzados.
—¿Cuáles van a ser entonces los próximos pasos de la Fundación?
—En unos días mantendremos una reunión al más alto nivel en el Ministerio de Fomento. Además, la nueva consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, se comprometió esta semana a trasladar nuestras reivindicaciones al ministro José Blanco. Estamos convencidos de que la consellera defenderá con fuerza los intereses de nuestro territorio allí donde resulte necesario.
—¿Qué perdería la Comunidad Valenciana si no se ejecuta finalmente el Corredor?
—El coste logístico determinará el futuro de las economías avanzadas por encima del de la mano de obra. La conexión generaría un ahorro de entre diez y doce euros por kilómetro y tonelada. Resulta inadmisible que una parte esencial de nuestro territorio como la provincia de Alicante quede marginada. Si no somos capaces de conectar nuestras mercancías con Europa y acceder a los mercados emergentes de Europa y África no seremos capaces de generar ni riqueza ni empleo a través de nuestros sectores exportadores.
—¿Cree que la publicación del informe de PwC sobre el Corredor ha perjudicado las opciones de la Comunidad Valenciana?
—Se trata de un informe que no va en contra de nadie. Sin embargo, su difusión solamente ha contribuido a generar confusión en un tema complejo. Si yo fuera un representante de los lobbies de los puertos del norte de Europa estaría encantado con que de repente aparecieran trazados alternativos al del Corredor Mediterráneo, porque con él podrían perder hasta el treinta por ciento de su clientela. Imáginese lo mucho que hay en juego para que los italianos hayan construido un túnel de cuarenta kilómetros para que sus mercancías puedan atravesar Los Alpes.
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