Gibson & Lohan, Justicia Letal II

A Mel Gibson y a Lindsay Lohan le crecen los problemas. El actor quedó en libertad condicional tras estar imputado en un supuesto caso de violencia doméstica por maltrato a su novia, Oksana Grigorieva, mientras que la díscola modelo debe tener grabado en el disco duro de su memoria la película «Marnie, la ladrona» y no hace más que apropiarse de lo ajeno: en este caso se la acusa de haber «descuidado» un collar de diamantes.

Mel Gibson decidió el viernes no impugnar los cargos tras ser acusado de un delito menor por una agresión a su ex pareja, y se benefició de un acuerdo extrajudicial por el que queda en libertad condicional no supervisada durante un periodo de tres años. Gibson deberá completar un curso de orientación psicológica de 52 semanas para controlar sus ataques de ira, como parte del acuerdo. Además, debe cumplir 16 horas de servicio comunitario con la organización «Mending Kids» y abonar unas multas que ascienden a 580 dólares. Los detectives investigaron si Grigorieva trató de extorsionar al actor con la grabación y publicación de sus amenazas, aunque no se presentarán cargos.

A quien sí grabaron las cámaras (sobre estas líneas) fue a Lindsay Lohan, que ahora se dedica —tras robar novios y abrigos de pieles— a sustraer collares. Por orden de un juez, la actriz, modelo y cantante tiene dos semanas más para llegar a un acuerdo con los dueños de la joyería que la acusan de haber robado el collar, y evitar de esa manera regresar a prisión. Lohan se declaró inocente. Ella sostiene que le prestaron el collar y que a su estilista se le olvidó devolverlo. Desde entonces las partes no se entienden. El plazo para el acuerdo finaliza el 25 de marzo.