violencia sexista
Apuñalada a tres días del divorcio
Marilyn Wilson muere a las puertas de su casa, en una carretera de Fuente El Saz del Jarama. Su ex pareja, ya detenido, tenía orden de alejamiento
Al clarear el día de ayer, Marilyn Wilson salía de casa de su hija y de su yerno, cruzaba la carretera M-103, de Fuente El Saz a Algete, y se disponía a entrar en la suya. Pocos metros y mucho miedo en su cuerpo, como siempre. No lo logró. Allí, escondido entre los matorrales y al acecho, la esperaba su todavía marido, Vicente S. M., el hombre que presuntamente la mató de tres puñaladas. Tres heridas incisas, mortales de necesidad. Dos en el hemitórax y una en el abdomen. Ocho horas después, el presunto asesino era detenido por la Guardia Civil en la calle Torrelaguna, del municipio cercano de Valdetorres del Jarama, sin oponer resistencia.
La vida de esta mujer, de 52 años y de origen británico, era, últimamente, un calvario. Las pocas palabras que pudo articular uno de sus familiares indicaban que Marilyn y Vicente tenían que verse las caras mañana miércoles por un proceso de divorcio. Ella, que cobraba una pensión social mínima, había puesto en conocimiento de los servicios sociales del Ayuntamiento de Fuente El Saz lo precario de su situación y, también el temor que sentía «a lo que pudiera hacer su marido». Tenía protección de «baja intensidad». El pasado sábado, los agentes judiciales la visitaron para revisar su caso y valorar si esa «baja intensidad» era la correcta o había que subir el listón. No dio tiempo.
La muerte de Marilyn ocurrió ayer. Antes de las ocho de la mañana se recibe la alerta. Alguien que pasaba por ese kilómetro 12 de la M-103, vio una agresión. Cuando los equipos médicos y sanitarios del Summa llegaron comprueban la gravedad de las heridas. Se la traslada, de inmediato, al hospital Infanta Sofía, de San Sebastián de los Reyes, donde fallecía.
Vaquero y camisa blanca
El agresor se dio a la fuga campo a través. Se decía que en algún lugar cercano cogería su coche, un Opel Astra negro. Por eso, la Guardia Civil montó enseguida un operativo de búsqueda. Motos, perros y helicópteros tras la pista de Vicente S. M., quien finalmente fue detenido, como decimos, en Valdetorres del Jarama tras ser identificado por los agentes de la Benemérita ya que disponían de los datos físicos del hombre y de parte de su vestimenta: 1,65 de estatura, pantalón vaquero y camisa blanca.
En el pueblo se comentaba que Marilyn y su familia llevaban unos quince años afincados en Fuente El Saz. Primero habitaron una casa en el casco urbano. Después se trasladaron a dos viviendas unifamiliares, en plena carretera. Las viviendas están una enfrente de la otra. Unifamiliares de una única planta. Las dos con parcela ajardinada. En la que ocupa el número 58, la de la hija, el yerno y el nietecito de la víctima, hay una piscina y una casita de juegos infantiles. En el lado opuesto, con el número 55, la vivienda de Marilyn, que compartía con su otro hijo, un varón de unos 20 años. Hacía tiempo que la mujer se cruzaba por las noches a casa de su hija y de su yerno para dormir más tranquila y más protegida.
Por la mañana, cuando se despertaba, volvía a cruzar los diez metros aproximadamente que la separaban de su casa para intentar llevar una vida lo más normal posible. Se decía. entre los vecinos, que Marilyn se ganaba algún dinerillo cuidando perros. De hecho, algunos ladridos se escuchaban ayer dentro de su jardín, a través de las verjas cerradas a cal y canto tras el suceso. A media mañana, en el mismo lugar del apuñalamiento, quedaban rastros de sangre de la mujer y restos del material sanitario utilizado por el Summa.
De condena en condena
El historial de Vicente S. M. camarero en paro, es sustancioso. El 29 de julio de 2010, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Torrejón de Ardoz incoó contra él diligencias urgentes tras la denuncia por un presunto delito de amenazas. Ese mismo día, en un juicio rápido, el caso se deriva al Juzgado de lo Penal número 1 de Alcalá de Henares y se dicta orden de protección a favor de Marilyn. A Vicente se le prohíbe acercarse a ella a una distancia inferior a 500 metros y comunicarse con ella de forma visual, por escrito, teléfono, telemático, postal o mediante terceras personas.
El 9 de noviembre de 2010, el mismo juzgado alcalaíno le condena a nueve meses de prisión por un delito de amenazas en el ámbito familiar. Recurre y no llega a entrar en la cárcel. El 25 de enero ya de 2011 el presunto asesino quebranta la orden de alejamiento. Se interpone otra denuncia y el Juzgado de Torrejón de Ardoz le impone otra pena de ocho meses de prisión. Hasta ayer.
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