PNV y Batasuna se vuelven a dar la mano por los presos de ETA

Alborozo batasuno

Su decisión de convocar de manera conjunta una manifestación alternativa a la que ayer prohibió el juez Eloy Velasco ha despertado el júbilo del entorno radical, que ven como victoria propia la asunción del PNV de sus reivindicaciones. De hecho, la plataforma organizadora de inicio «Tantaz tanta» anunció rápidamente que anulaba la convocatoria al producirse el relevo de los dos grandes partidos nacionalistas vascos. «Se han cumplido los objetivos», alegaron.

Desde el PNV, sin embargo, aseguran que no tenían otra opción y responsabilizan al Ministerio del Interior de haber incendiado los prolegómenos de la marcha habitual de los presos con una operación policial y una prohibición que tachan de «barbaridad» y “disparate”. Un alto dirigente admitía anoche la inquietud creciente en el partido y en el Gobierno de Iñigo Urkullu ante la prohibición de la manifestación, con 45.000 personas «radicalizadas» en las calles. «Nuestra presencia ahí es la única garantía de que no habrá lío» , reconocía. Será el propio presidente, Andoni Ortuzar el que liderará con su presencia la «nutrida» representación del PNV esta tarde.

Fuentes del Gobierno vasco informaron ayer de que no acudirá ninguno de sus miembros a la marcha silenciosa, si bien mostraron su «respeto» por la misma, ofreciendo así cobertura política al acto.

¿Una fotografía «puntual»?

La nueva fotografía de hermanamiento entre PNV y Sortu es, según dijo Ortuzar ayer en la presentación urgente de la iniciativa pactada, «una respuesta excepcional a un hecho excepcional» . En el partido de Sabin Etxea se esforzaban ayer en recalcar que esta unidad de hoy es «puntual», y que no supone el principio del cambio de estrategia hacia una convergencia del soberanismo vasco. «Que nadie entienda que vamos a cambiar de cuaderno. El mensaje debe ser para el Ministerio del Interior» , advertían las voces consultadas.

En todo caso, la de este sábado es una apuesta arriesgada para el PNV por lo que supone de intento de burlar la prohibición judicial por la subordinación a ETA de sus hasta ahora convocantes: Herrira y el colectivo ‘heredero’ «Tantaz tanta» («Gota a gota»).