Volantes en huelga: los buses urbanos continúan con paros

El conflicto se remonta a principios del mes de agosto, con la puesta en marcha de la reordenación del autobús urbano. Se eliminaron líneas, se cambiaron rutas y se redujo el número de vehículos en funcionamiento. A la par, la empresa que gestiona el servicio, Autobuses Urbanos de Zaragoza, antigua Tuzsa, anunció un expediente de inaplicación del convenio, que supone una rebaja de la masa salarial del nueve por ciento y la desaparición de algunos complementos, y otro expediente de regulación de empleo, con el que se han despedido a 153 trabajadores , 125 de ellos forzosos. Su primera propuesta eran 212 despidos.

La presión social, las amenazas de huelga por parte de los conductores y las críticas de la oposición llevaron al Ayuntamiento de Zaragoza a liderar la negociación entre la empresa y los sindicatos para poner fin al conflicto. Las propuestas: ampliar en 500.000 kilómetros la red de autobuses a partir de 2014, una rebaja salarial del cuatro por ciento y la salida de 45 empleados que regresarían a la empresa en un plazo máximo de dos años. Ésta fue rechazada.

La segunda oferta que se puso sobre la mesa contemplaba la ampliación de 500.000 kilómetros y la congelación salarial. El comité la aceptó, aun a falta de conocer el resultado de un referéndum vinculante que iban a celebrar los trabajadores. El Ayuntamiento calificó esta decisión de «secuestro de las urnas» y decidió abandonar la mediación en el conflicto. La dirección rechazó sin embargo esta propuesta por considerar que pondría en «serio riesgo la viabilidad de la empresa». La consecuencia: paros parciales que están siendo secundados por el 90 por ciento de la plantilla , según fuentes sindicales.

Con la huelga en marcha, las críticas a la gestión que Belloch ha hecho en este conflicto no han tardado en llegar. Los populares culpan a los socialistas y a los dos partidos que los sustentan en el Gobierno de la ciudad, CHA e IU de «dinamitar» el sistema de transporte urbano en la ciudad.

Para el portavoz del PP, Eloy Suárez, «la huelga es consecuencia directa de la política de movilidad diseñada por el alcalde, Juan Alberto Belloch, y los tres grupos que le apoyan». Además, les acusa de haber diseñado un modelo de transporte público «desequilibrado» , que está acarreando graves problemas de movilidad en la capital aragonesa.

Ante los problemas que atraviesa el servicio, el PP va a elaborar una propuesta sobre un mayor aumento de líneas y frecuencias. En ella recogerán las «quejas que a diario» les presentan los ciudadanos sobre el mal funcionamiento del autobús urbano.

Facturas impagadas

Por su parte, los partidos que sustentan al Gobierno de Belloch, CHA e IU avisan a la empresa concesionaria del servicio de autobús que van a revisar con lupa cada una de las facturas que tienen pendiente de cobro por parte del Ayuntamiento de Zaragoza. La empresa asegura que el Consistorio les debe 35 millones de euros , una cantidad alejada de la que el Equipo de Gobierno reconoce, unos 27 millones de euros.

Desde CHA recuerdan que su voto de es necesario para aprobar modificaciones de crédito que permitan acometer los pagos pendientes a la antigua TUZSA, ya que la partida del presupuesto municipal destinada al servicio de autobús está agotada desde la pasada primavera.

Los nacionalistas piden a la empresa que exponga un calendario de «recolocación» de los trabajadores despedidos , sino se tomarán «el tiempo oportuno para revisar las facturas» y ya avisan que «será largo». «Supongo querrá cobrar lo antes posible», asegura el portavoz de CHA, Juan Martín.