La extrema derecha, primer partido de Francia

A un mes corto de las próximas elecciones departamentales, la UMP de Sarkozy cuenta con un 28% de intención de voto, mientras que el PS queda muy atrás, con un 20%.

Las elecciones departamentales eligen algo así como el «parlamento» de los departamentos franceses, muy semejantes a las provincias españolas. Esas asambleas departamentales tienen poderes muy modestos. Pero su elección suele interpretarse como un «indicador» político precioso del estado de la opinión pública nacional.

A cuatro semanas de las próximas departamentales, FN y UMP se disputan el puesto de primer partido político de Francia, con ventaja provisional para la extrema derecha. Dos puntos de diferencia es una ventaja que puede oscilar en algún sentido, las próximas semanas.

El PS, por el contrario, ya retrocedió al tercer puesto nacional en las elecciones europeas del verano de 2014. Ningún sondeo sugiere ningún margen de recuperación. Las previsiones inmediatas parecen sugerir un nuevo desastre para el partido del presidente François Hollande, que la semana pasada perdió su mayoría parlamentaria durante el voto de una ley modesta pero significativa.

Si el FN conquistase la gestión de uno o varios departamentos, se trataría de un aldabonazo sin precedentes, confirmando la lenta pero permanente escalada política de la extrema derecha liderada por Marine Le Pen.