Nueve coches de lujo confiscados a «Teodorín» Obiang son subastados por 3 millones de euros

«Teodorín», vicepresidente segundo de Guinea Ecuatorial y muy probable sucesor de su progenitor, el dictador Teodoro Obiang, niega en cambio cualquier actividad delictiva y asegura que el dinero procede de «negocios legítimos». A la subasta acudieron más de 100 potenciales compradores que pujaron por los automóviles, todos ellos con tapicería de cuero y escaso kilometraje.

Y es que los miembros de la familia Obiang, que en una década han gastado más de 300 millones de euros en todo tipo de menesteres -desde mansiones en París hasta preciadas obras de arte-, parecen vivir ajenos a la situación de la gran mayoría de la población.

«Los enormes ingresos procedentes del petróleo financian los fastuosos estilos de vida de la pequeña élite que rodea al Presidente», en contraste con la situación de «extrema pobreza que vive la mayoría de la población», dice Human Rights Watch en su informe de 2013 sobre el país africano. El 75% de los ecuatoguineanos vive bajo el umbral de la pobreza, y el 60% de ellos no tiene acceso a agua potable, mientras que el progreso económico que ha registrado el país en los últimos años es repartido entre apenas el 15% de la población.

La explotación de las ingentes reservas de crudo con las que cuenta el país, si bien no se han reflejado en una mejora de las condiciones de vida del grueso de la ciudadanía, sí han servido en cambio para alimentar varios proyectos mastodónticos que ha puesto en marcha el presidente Obiang. Lejos de la costa -donde habita la mayor parte de la población-, el dictador ha decidido construir un faraónico campus universitario. Una autopista de seis carriles atraviesa esta escasamente habitada región, rompiendo a su paso la fondosa vegetación, para comunicar la Universidad internacional de África con el resto del país.

Teodoro Obiang se impuso en las últimas elecciones legislativas, según cifras oficiales, con un porcentaje del 99% del voto , lo que le otorgó 99 de los 100 escaños con los que cuenta la cámara. El único diputado opositor denunció en una reciente entrevista a ABC el escasa movilización internacional para revertir la situación del país, ya que la comunidad internacional se contenta con hacer la vista gorda mientras continúe la explotación de los recursos petrolíferos.

El pasado viernes, el activista opositor Enrique Nsolo denunció que en las últimas fechas la represión que sufren los grupos críticos con el dictador se ha recrudecido. El disidente aseguró que Obiang está «obsesionado» con la «Primavera Árabe» y criticó a Convergencia Para la Democracia Social (CPDS), principal partido opositor, por seguirle el juego al tirano y aceptar formar parte del sistema electoral «a sabiendas de que va a perder». De esta manera «legitiman un poco» a Obiang y le permiten transimitir una «apariencia democrática», comentó. Por este motivo, Nsolo considera que la «lucha partidista ha sido domada por el régimen» y llama a la «protesta popular» como único medio de instaurar la democracia.