La primera Navidad de Isabel Preysler sin Miguel Boyer

Realmente desde que su difunto esposo Miguel Boyer, que falleció el pasado 30 de septiembre , padeció el derrame cerebral apenas había salido del domicilio. Durante los primeros meses de angustia y luego durante el tiempo de recuperación, el exministro no soportaba estar sin Isabel. De ahí que apenas se moviera de su lado salvo para cumplir compromisos profesionales muy puntuales.

Por eso el viaje era también una manera de hacer más soportables las primeras Navidades como viuda. Sus cinco hijos se pusieron de acuerdo a última hora para que este año no fuera Isabel quien les sentara en su mesa en la casa madrileña de Puerta de Hierro, de donde apenas ha salido desde que se quedó viuda. Su hija Tamara fue la impulsora de estas Navidades fuera de casa. Como me contó durante una comida con la peña Cuarto Poder.

El vacío de Boyer iba a ser más que notable, y de ahí la decisión de cambiar de escenario durante las fiestas y arropar a una madre a la que adoran del primero al último de sus hijos. No dejar nunca a Isabel sola ha sido la estrategia a seguir desde el principio. Así lo contó su hija Ana en su reaparición hace unas semanas: « Intentamos estar con ella el mayor tiempo posible », dijo.

El destino para llevarla de vacaciones no podía ser otro que Miami, donde Enrique Iglesias tiene su su casa y su vida junto a la tenista Anna Kournikova. También en esa ciudad de Florida Chábeli y su marido se compraron una nueva residencia la primavera pasada, donde viven con sus dos hijos, casa que compaginan con el rancho que tienen en Carolina del Norte, el lugar que eligió para vivir su segundo embarazo de la manera más tranquila posible.

Muy cerca anda también Julio Iglesias, ahora casado con Miranda y padre también de otros cinco hijos. Al igual que hizo el marqués de Griñón, el cantante también tuvo palabras de consuelo con su exmujer cuando se enteró del fallecimiento de Miguel y es que la relación de Preysler con sus exmaridos siempre ha sido digna de ejemplo.

En Miami y con Enrique y Chábeli como anfitriones, Isabel se encuentra más arropada que nunca. Volverá a España pasadas las Fiestas pero ahora mismo lo que más ilusión le hace no es sólo tener a sus hijos a su lado sino poder disfrutar de sus dos nietos a los que apenas ha visto durante estos dos últimos años. Una Navidad muy diferente que pondrá también fin al retiro que Isabel ha mantenido en las últimas semanas ya que poco a poco recuperará el ritmo de su vida y sus compromisos profesionales.