La recogida de avales polariza al máximo las primarias del PSOE con Sánchez cogiendo impulso

A falta del recuento definitivo, el equipo de la presidenta de la Junta de Andalucía entregó 63.610 avales. Díaz lograba así superar con creces su objetivo de lograr más de los 41.338 avales que logró Sánchez en 2014, y que desde hace días su equipo había marcado como su listón a batir. Rebasó holgadamente sus expectativas, pero la alegría apenas duró unos minutos. Lo que tardó Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE navarro y portavoz de los sanchistas, en anunciar que habían presentado 57.369. «Una cifra escandalosa», decían. Entre gritos de «¡Sí es sí!» e indisimulada emoción, los afines a Sánchez destacaban el cambio de tercio que supone lo sucedido ayer en el proceso de primarias.

Entre los partidarios de Díaz la sorpresa por el número de avales presentado por Sánchez era evidente. «Hay que esperar al recuento oficial», dijo Nino Torre, al frente de la delegación susanista, cuando se le preguntó por el dato de avales obtenido por el ex secretario general. Un dato que nadie esperaba porque los propios sanchistas se habían apuntado a la tesis de que este lance iba a ser un paseo triunfal para Díaz por contar con el control de los aparatos de las federaciones de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Aragón y una buena implantación en la Comunidad de Madrid.

Si a la cifra de avales presentada por Sánchez y Díaz se suman los 12.000 que presentó el equipo del exlendakari Patxi López se alcanza la cifra de 132.979, lo que significaría que más del 70% de los censados habrían avalado a alguno de los tres candidatos . En el proceso de 2014 solo lo hicieron 76.488 militantes, que con el censo de aquel momento representaban el 38% del total.

Todas las candidaturas esperaban una militancia muy movilizada, pero el dato de ayer no era contemplado por nadie. Esta abultada participación fue objeto de duda desde el principio por parte de los susanistas, que empezaron a trasladar sus sospechas de que muchos de los avales de Sánchez serían anulados, muchos de ellos por estar duplicados con los de Patxi López. Apuntaban incluso a que todo podía ser una estrategia premeditada de Sánchez para una vez anulados parte de sus avales cargar contra la gestora y «enturbiar» la campaña.

Este proceso de verificación de avales se extendió durante todo el día y solo se iban a conocer los datos definitivos de madrugada. Para entonces los susanistas esperan que la cifra de avales de Sánchez descienda de forma importante, pero desde el equipo de éste aseguran que ya han hecho un control previo. Se llegó a apuntar incluso a que si el número de avales duplicados entre Sánchez y López era muy abultado, al anularse automáticamente los de ambos, esto podía dejar fuera de la carrera al político vasco, que apenas tendría un margen de 2.662 avales respecto al mínimo requerido (9.368) para pasar a ser formalmente candidato.

Para tratar de acallar esos rumores, el equipo de Sánchez comenzó a filtrar a media tarde los avales que habrían obtenido en cada territorio. El ex líder tendría en Andalucía (8.818), Comunidad Valenciana (8.105) y Cataluña (6.058) sus principales caladeros. En las dos últimas habría sido de largo el más votado. Pero también lograba quedar por delante de la andaluza en otros diez territorios : Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, Navarra, País Vasco, La Rioja y Melilla. Además de en un lugar muy simbólico: el Principado de Asturias de Javier Fernández.

Cuando la candidatura de Susana Díaz comunicó sus datos relucieron los 26.551 avales recogidos en Andalucía, que suponen el 42% del total de los presentados por su candidatura. También superó a Sánchez en Aragón, de forma clara, y en Castila-La Mancha, Extremadura, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y Ceuta. Por contra, no llegó a los 1.000 avales en Cataluña.

«La cifra me ha parecido espectacular. Yo no esperaba que fuera tanto», señaló Díaz por la mañana durante un acto en Salamanca. «Gracias, gracias compañeros! Esto es imparable!», tuiteaba Pedro Sánchez. Uno de los dos será el próximo secretario general del PSOE, pero el resultado se antoja más ajustado y más incierto de lo que el equipo de Díaz trasladaba en los últimos días, mientras que las opciones de Sánchez se multiplican. Muy a la zaga queda Patxi López. Se sabía que era el tercero en discordia, pero la enorme distancia con sus dos rivales le coloca en una posición muy desdibujada de cara a la batalla final. Pese a los esfuerzos de Oscar López, que lideró la delegación del exlendakari, por señalar que solo han afrontado este proceso como «un requisito» y no como «una meta volante» de cara al 21 de mayo.

Pero lo cierto es que los datos de ayer ahondan en la imagen de un cara a cara entre Díaz y Sánchez, y especialmente estos últimos apuntaban ayer a su esperanza de que, ante la «posibilidad real» de ganar a la presidenta andaluza, se pueda producir un fenómeno de «voto útil» desde la candidatura de López a la suya.