Ningún Gobierno fue remodelado tan cerca de las elecciones

En sus 14 años al frente del Ejecutivo Felipe González vio pasar 51 ministros. En sus dos primeras legislaturas realizó dos remodelaciones, y fueron más de un año antes de los comicios. En el periodo 1989-1993, con la corrupción y el escándalo de los GAL entrando en escena, hubo hasta cinco modificaciones de Gobierno. Cuatro de ellas fueron leves retoques, siendo la última un año antes de los comicios. La gran revolución ministerial de esa legislatura se produjo con la salida de Alfonso Guerra de la vicepresidencia del Gobierno, y sucedió dos años antes de las elecciones. En la que sería su última legislatura al frente del Gobierno (1993-1996), González hizo hasta cuatro cambios, uno profundo nueve meses antes de las elecciones y tres retoques. El último fue a tan solo tres meses de los comicios, pero se debió a la salida de Javier Solana para asumir la secretaría general de la OTAN. Su puesto como ministro de Asuntos Exteriores lo asumió Carlos Westendorp, hasta entonces secretario de Estado para la Comunidad Económica Europea.

Si algo caracterizaba a José María Aznar a la hora de realizar una crisis de gobierno era su absoluta discreción. Sólo él y su inseparable cuaderno azul tenían el secreto de lo que iba a ocurrir. Aznar ostenta, además, el récord de longevidad de un gabinete popular en activo: desde que conformó su primer gobierno en 1996, hasta que realizó su primera crisis, en 1999, pasaron exactamente 2 años, 8 meses y 13 días .

Aznar tuvo que realizar cambios obligado también por la dimisión del ministro Manuel Pimentel, apenas unos meses antes de las elecciones, en febrero de 2000. En su segundo mandato pareció haberle tomado la medida a esto de los cambios de gabinete: prácticamente realizó una remodelación por año: en 2001 cambió a tres ministros; en 2002 a catorce, y en 2003 a cinco. Pero es la última la que, por envergadura, más se acerca a lo que puede entenderse como un cambio en profundidad. Y, en cualquier caso, fue una remodelación obligada. Aznar sustituyó a comienzos de septiembre de 2003 a Mariano Rajoy como vicepresidente primero del Gobierno para que se centrase en preparar la campaña electoral. Su puesto en el Ejecutivo lo asumió Rodrigo Rato, mientras que Javier Arenas pasaba a ocupar la vicepresidencia segunda.

Un total de 38 ministros estuvieron bajo el mando de Zapatero en los cerca de ocho años que estuvo al frente del Gobierno y solo una se mantuvo de principio a fin: Elena Salgado. Al ganar las elecciones en marzo de 2004 Zapatero presentó un Ejecutivo con 16 ministerios, que fueron asumidos equitativamente por ocho hombres y ocho mujeres en el primer Gobierno paritario de la historia. Hasta en siete ocasiones tuvo que remodelar su Ejecutivo . Tanto la primera como la última modificación tienen un protagonista común: Alfredo Pérez Rubalcaba.

En la primera asumió el ministerio del Interior y en la última fue en la que sumó a sus funciones el cargo de vicepresidente primero y portavoz del Gobierno. Cuando Zapatero decidió fiarlo todo a Rubalcaba era octubre de 2010, 13 meses antes de que se celebrasen unos comicios que, además, debían haberse celebrado en el primer trimestre de 2013 pero que Zapatero tuvo que adelantar por la fragilidad de su posición política y la incapacidad de combatir la crisis económica.

Rajoy se convertirá en el líder más conservador de todos en lo que respecta a efectuar grandes remodelaciones de su equipo ministerial. Si los pronósticos se cumplen, sus cambios durante su primera legislatura se limitarán a cuatro puntuales, si descontamos ya la salida de Wert, y todos ellos obligados. El primer cambio tuvo que abordarse ante la necesidad de sustituir a Miguel Arias Cañete, una vez fue proclamado candidato del PP para las elecciones europeas. Su relevo se solventó con el ascenso de Isabel García Tejerina, que hasta entonces ocupaba la secretaria de Estado en el mismo minsiterio de Agricultura del que pasaría a ser titular. El 23 de septiembre de 2014 dimitía Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Justicia después de que Rajoy retirase su propuesta de ley del aborto.

El sustituto volvía a estar en el Gobierno. Rafael Catalá asumía la cartera dejando la secretaría de Estado de Infraestructuras. El último cambio fue la dimisión de Ana Mato al frente del ministerio de Sanidad después de que el juez del caso Gürtel la considerase «partícipe a título lucrativo» en los delitos cometidos por su ex marido. Su salida se suplió promocionando al portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, que entraba en todas las quinielas de una profunda remodelación que finalmente no se producirá.