La corrupción aumenta un 50% desde el comienzo de la crisis

Son datos de Memoria de la Fiscalía General del Estado, que pone de manifiesto el especial interés que estos asuntos despierta entre la ciudadanía , como revelan las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Aunque casos como el de los ERE fraudulentos , Gürtel , Bárcenas o Malaya gozan de una enorme repercusión periodística, no son los únicos que denen investigar jueces y fiscales.

En los últimos tres años, la incoación de las causas por delitos de corrupción se han incrementado un 17% . Se trata de los delitos de cohecho, malversación, prevaricación administrativa, tráfico de influencias o fraudes comunitarios. En 2012, ha habido una « clara preponderancia » de la prevaricación administrativa , que supone un 23% del total de delitos relativos a la corrupción.

Si, en cambio, observamos las sentencias dictadas por delitos relativos a la corrupción los datos son más llamativos: en los últimos tres años se han incrementado un 151%. En este caso, la prevaricación administrativa representa el 44% del total , mientras que la malversación supone un 39%.

Capítulo aparte merece la corrupción urbanística, vinculada al ámbito municipal. «El origen de muchos de los hechos investigados deriva de la obtención por un promotor que compra –a veces simple opción de compra– una finca por una escasa y cantidad y acto seguido consigue una reclasificación del suelo y la atribución de aprovechamiento urbanístico multiplicando su valor », señala la Fiscalía en su memoria anual.

Participaciones preferentes

También dedica un apartado especial a la comercialización de participaciones preferentes. En concreto, destaca el hecho de que hasta el año 2008, este producto financiero deja de interesar a los inversores institucionales, por lo que los bancos se esforzaron por colocar las preferentes al inversor minorista. «Como consecuencia de todo ello, han sido por tanto los inversores minoristas los principales perjudicados », apunta.

Como recuerda la Fiscalía en su memoria, estos escándalos tienen influencia en la imagen internacional de España. Si atendemos al ranking ofrecido por el Banco Mundial, España ha pasado de estar situada en el percentil 89.8 en 2002 a situarse en el percentil 81 en 2011, «lo que refleja un empeoramiento de su consideración internacional al respecto».

La corrupción debilita tanto la efectividad de los Gobiernos como el buen funcionamiento de los distintos operadores económicos. O dicho de otro modo: la percepción internacional sobre la corrupción en un país puede potenciar o perjudicar la inversión internacional y el intercambio comercial.