El PSOE se atasca con las primarias

García-Page echó mano de la metáfora para no tener que valorar las declaraciones en las que, por vez primera, el exlendakari Patxi López —al que se catalogó como «delfín» de Alfredo Pérez Rubalcaba— eludía el lunes descartarse como aspirante en esas primarias . Lo hizo tras intervenir en Madrid en el Foro Nueva Economía, en cuya tribuna respondió a la pregunta de si podría anunciar su presentación tras la Conferencia Política del PSOE de octubre diciendo: «Me vuelven a llamar, vengo aquí y hablamos».

Discurso de campaña

López ya no se aferra a aquello de que su futuro está en el País Vasco. Su compañero y diputado Eduardo Madina —el mejor puntuado como sucesor dentro y fuera del PSOE— tampoco a su tradicional argumento de que ponerse al frente del partido le viene grande. Volvió a demostrarlo a la salida de esa misma conferencia, cuando reiteró que él no deja la puerta «ni abierta ni cerrada» a dar ese mismo paso, que podría convertirle en sucesor.

La coincidencia de dos socialistas vascos permitiendo que sus nombres circulen libremente desde ahora como posibles relevos se produjo en ausencia del actual secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba , que al parecer no acudió al desayuno informativo por «problemas de agenda».

No pudo escuchar, por tanto, a Patxi López pronunciando un largo discurso de calado económico —que se entregó previamente a los periodistas fotocopiado desde Ferraz—, y que levantó todas las suspicacias por su profunda clave nacional. Como si se tratara de un discurso de campaña. «No debiéramos confundirnos. Es el discurso de quien está preocupado por el país y que quiere aportar sus reflexiones» , tuvo que despejar más tarde el exlendakari, tras comprobar que la primera y segunda batería de interrogantes tras su conferencia tenían como objeto, no sus recetas para salir de la crisis, sino las primarias del PSOE y si apostaba por adelantarlas.

«No va a estorbar»

López reaccionó pidiendo respeto a «los tiempos» del PSOE, del que —dijo— «es imprescindible para España» y que está entregado a formular «una oferta a los ciudadanos entendible y creíble». Sólo después, añadió, tocará «definir el referente personal que lleve a la práctica todo eso. ¿O no les parecería un fraude que la respuesta fuera cambiar una foto?», reprochó en voz alta.

También tuvo que contestar a sus presuntas maniobras junto a Rodolfo Ares para destruir la imagen de Madina. «Si dicen eso, es porque no nos conocen» , zanjó. El diputado vasco resolvió más tarde que son «amigos y no hay campo de rivalidad» entre ellos.

La puerta giratoria de las primarias está concurrida, según García-Page, porque el PSOE tiene «mucho banquillo» . Y a Rubalcaba. de quien el castellanomanchego dijo hace poco tener una impresión. —que no se presentará para ser candidato a La Moncloa—, y ayer, otra: que «no va a estorbar» en el cambio, «al contrario, él tiene la llave». «Es muy difícil que el PSOE dé un cambio sin Rubalcaba pilotándolo y es en lo que está», añadió.