El local en el que se espió a Camacho pagó 4.613 euros a los detectives

La trama de espionaje ha sido destapada a raíz de las escuchas ilegales de las que fue víctima la dirigente popular en el verano de 2010, cuando almorzó con la exnovia del Oriol Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez. Ésta le explicó que el hijo del expresidente catalán Jordi Pujol blanqueaba dinero y la maltrataba. Según ha podido saber ABC, además de la grabación, Camacho fue fotografiada en el interior del restaurante.

Estos hechos han llevado a la Policía a investigar la posible connivencia del establecimiento con Método-3 y en su poder obra una factura, a la que ha tenido acceso este diario (a la derecha), que supuestamente demuestra la relación de La Camarga con la agencia. Según ese documento, el restaurante habría pagado a la agencia 4.613,80 euros por «equipo y cámaras durante un mes (hasta cinco semanas), honorarios técnicos, informe para denuncia y aportar a juicio y visionado».

Los responsables del citado restaurante niegan esta relación, pero admiten que contrataron a la agencia por un problema con un trabajador. En la factura se indica un descuento del 15% «por indicación del sr. Marco». Se trata de Francisco Marco, director de Método 3, una agencia que ha trabajado para el diario «El Mundo», a la que se contrató para espiar a la directivos del Barça y la desaparición de la pequeña Madelaine.

Sus problemas financieros le ha obligado a aplicar una reducción de personal, por lo que no se descarta que algún extrabajador se haya llevado documentos confidenciales, vulnerando así las leyes que regulan la protección de datos. Sobre la grabación de Sánchez Camacho, el PSC ha negado estar detrás de la misma y sus dirigentes llegaron a asegurar que no había ninguna vinculación con Método-3, que también niega las escuchas.

Pero el exsecretario de organización del PSC, José Zaragoza, admitió que había recurrido a esta empresa para hacer un rastreo en la sede socialista de la calle Nicaragua para descartar teléfonos ocultos. Elisenda Villena, una detective que trabajó en Método-3 admitió a RAC1 esos servicios en la sede del PSC, pero negó las escuchas ilegales. Las mismas fuentes consultadas no descartan que el espionaje en La Camarga tenga conexión con la «operación Pitiusa», en la que fueron inculpados unas 150 personas por presunto tráfico de datos personales.