La troika aprueba la norma sobre créditos fiscales del Gobierno

La nueva regulación, que afectará a todas las entidades financieras, entrará en vigor el próximo mes de enero , según fuentes del Ejecutivo. A partir de entonces, los llamados activos fiscales diferidos (los DTA por sus siglas en inglés) -que podrían sumar unos 51.000 millones de euros, según estimaciones del FMI- se podrán computar como capital.

En el sector h abía ciertas dudas respecto a si finalmente la troika daría el visto bueno o no a sus peticiones sobre dicha regulación . Si bien se han disipado tras la última visita de los técnicos de los tres organismos internacionales a las entidades financieras españolas primero, y a Gobierno y Banco de España, después, ya que las impresiones sobre el sector han variado notablemente de forma muy positiva, lo que ha repercutido en esta decisión afirmativa.

En julio pasado, las entidades pusieron sobre la mesa un borrador que recogía sus propuestas: poder convertir en capital las aportaciones a las pensiones de sus empleados y las provisiones genéricas así como las impuestas por los llamados «decretos Guindos» durante el año 2012. En concreto, el sector solicitaba convertir los impuestos fiscales diferidos por créditos fiscales, un cambio que permitiría esquivar la nueva regulación que sí que permite computar estos últimos como capital a las entidades.

¿Qué son los activos fiscales?

Los activos fiscales diferidos son derechos que las entidades tienen frente a Haciend a y que se pueden generar por dos vías. Por un lado, incurrir en pérdidas deducibles, esto es, registrar bases imponibles negativas. O por otro, generar gastos que no son fiscalmente deducibles.

En este último caso se encuentran las provisiones (que la entidad dota para prevenirse de unas pérdidas que no son reales, sino solamente previsibles de algún modo) y que han sido muy elevadas en el sector tras los llamados «decretos Guindos», con los que el Ministerio de Economía intentó sanear a las entidades.

Y es que al no incurrir la entidad en pérdidas reales al hacer estas provisiones, Hacienda no las devuelve sino que se guarda ese derecho para el futuro, de tal forma que pasan a ser deducibles en el impuesto de Sociedades de ejercicios futuros.