¿Está España al nivel de sus vecinos en la lucha contra el fraude fiscal?

Por un lado, Italia ha introducido un sistema informático para combatir la evasión fiscal dirigido a quien ha consumido por «encima de sus posibilidades» , al menos aquéllas que demuestra ante el fisco. Por el otro, China se suma a la lista de 20 economías industriales y en desarrollo que combaten el fraude, firmando un acuerdo para compartir los registros impositivos, según anunció el miércoles la OCDE. Sin embargo, nuestro país con más del 20% del PIB en economía sumergida, ¿ ha avanzado en los últimos tiempos o, más bien, ha recortado de igual manera en este campo ?

El 80% de los funcionarios está dedicado a los pequeños fraudesJosé María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda Gestha , apunta que, a pesar de que el fraude fiscal se centre sobre todo en el rastro de las grandes fortunas « el 80% de los funcionarios está dedicado, actualmente, a las pequeñas irregularidades . Si pasas por una oficina de la Agencia Tributaria y miras el perfil medio de cualquier persona que está siendo investigada, te darás cuenta que son pequeño autónomos, empresario, profesionales ».

Entretanto, el Estado español, desde que estallara la burbuja, no parece haber dedicado demasiados esfuerzos o, al menos, si atendemos a los nuevos pasos so pretexto de reducir la sangría fiscal que se escapa de Hacienda. Y más, cuando economistas y funcionarios coinciden en que es un problema de ingreso y no de gasto .

España dedica un 54% menos que Italia

Eurostat publicó un informe el pasado mayo sobre la fiscalidad de la Unión Europea, desgranando, país por país, la presión fiscal de cada uno de los miembros. Referido a 2011, España se encontraría en el puesto 21 en presión fiscal con un 31,4% del PIB , frente a una media europea que se sitúa en el 38,8%. Esta sangría fiscal -13 puntos por debajo de Francia y diez de Italia- es responsable de una pérdida recaudatoria de 78.000 millones de euros cada año. Además, España detentaba el nivel más bajo en tasas indirectas con respecto al PIB de toda la Unión Europea.

Mientras, el Gobierno italiano ha puesto en marcha este martes un nuevo sistema informático para luchar contra la evasión fiscal que, cruzando información procedente de 128 entidades financieras, permitirá detectar desviaciones superiores al 20% entre los ingresos declarados y los gastos de los contribuyentes.

Para este propósito, la Agenzia delle Entrate -el equivalente de la Agencia Tributaria- lleva varios meses probando el nuevo «redditometro» , un sistema con el que se espera poder controlar hasta 35.000 declaraciones tributarias cada año, según se explica en la prensa italiana. El organismo comparará gastos con los ingresos declarados durante el año y, si la diferencia supera el 20% y no hay forma de explicarla ni siquiera teniendo en cuenta los ingresos familiares, los inspectores tributarios convocarán al contribuyente a presentarse en las oficinas de la Agenzia para explicar esa desviación aportando pruebas.

Frente a ello, y teniendo en cuenta la supuesta falta de recursos de las autoridades fiscales, según un informe de Visa Europe , nuestra administración dedica un 54% menos de dinero que Italia y un 79% menos que Alemania para combatir el fraude.

«Nos duplican en medios»

Si se pretende acabar con el fraude fiscal reduciendo la plantilla... José María Peláez , miembro de la Organización de Inspectores de Hacienda, ya comentó a ABC que «en Italia, Reino Unido o Francia, duplican e incluso, triplican los medios para atajar el fraude. Llevamos muchos años reivindicando que, así como en el área de la administración tributaria -atención al cliente- se ha desarrollado, la otra parte, la del fraude fiscal, hay muchas deficiencias . No hay efectivos suficientes. Si se pretende acabar con el fraude fiscal reduciendo la plantilla... es una actitud contradictoria ».

En los últimos años, los diferentes gobiernos, tanto del PP como del PSOE, han avanzado bien poco , aunque, es cierto, que se han avistado breves avances en esta materia desde la llegada del nuevo ejecutivo. La limitación a 2.500 euros el pago en efectivo , aunque en contra de los 1.000 como tope en Italia, ya supone un paso hacia delante. La creación reciente de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional es un gesto en la lucha contra el fraude, aunque tal y como subraya Peláez, « ésta es una medida organizativa, puesto que ya había unidades de fiscalidad internacional desde hace muchos años; así que es positiva, pero no milagrosa ».

Falta de incentivos

Para el español medio que es, a fin de cuentas, quien sustenta el erario público por ser aquel que se encuentra sujeto a una nómina, la «amnistía fiscal» ha fomentado aun más su desconfianza hacia el régimen fiscal impuesto. En palabras de Peláez, « EEUU tiene regulado el pago a aquellos que aporten información en cuanto a evasion fiscal. Alemania ha adoptado medidas contra bancos suizos y Liechtenstein ha pagado a empleados o directivos que han servido de confidentes». En nuestra administración, hasta el año 86, hubo algo similar cuando era el denunciante quien tenía derecho a percibir un porcentaje del importe de la sanción que se le impusiera a la parte denunciado, tal y como recordó a ABC el inspector de Hacienda.