Rossini recarga de energía positiva el Real

Con música de Rossini y libreto de Cesare Sterbini, basada en la obra homónima de Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, esta ópera no podía llegar en mejor momento a este teatro, tras el anuncio del relevo inmediato de Mortier por Joan Matabosch . Algo que ha provocado una conmoción tanto dentro como fuera de él.

Música gozosa y brillante

«No hay mejor manera de comenzar la temporada», reconocía ayer el director general del Real, Ignacio García-Belenguer , que aprovechó para anunciar la incorporación de un nuevo patrocinador, Japan Tobacco, por un periodo de tres años.

Y es que este montaje de «El barbero de Sevilla», una coproducción con la Ópera San Carlos de Lisboa , es un valor seguro, como ha demostrado su «exitosa» trayectoria. «Sé que no está bien que yo lo diga, pero ha sido así en sus presentaciones en el Teatro Chatelet de París o en la Ópera de Los Ángeles », bromeó Sagi. En Madrid las entradas más baratas ya se han agotado.

«Para mí es como volver a casa, pues pasé cinco años estupendos aquí», indicó quien fue director artístico del Real entre 2001 y 2005, y cuyo relevo «tampoco fue agradable », según recordó. Regresa ahora contento con este título cargado de «energía positiva» gracias la música «gozosa y brillante» de Rossini. «Un compositor que debe mucho a España, pues contó con el apoyo económico del banquero sevillano Alejandro Aguado. En la obra se puede apreciar un espíritu muy sureño e incluye muchos guiños sobre el folclore español». Algo que en su día quiso transmitir el director de escena, «y que algunos me criticaron», pero que él ha querido mantener «porque cada director debe mantener su creencia». Aunque, confiesa, los años le han ayudado a «borrar» algunos detalles «que después con el paso del tiempo no te gustan».

El reparto, un regalo

La producción, que en 2005 contó con un reparto de campanillas - Juan Diego Flórez (fue su debut en el Real), María Bayo, Carlos Chausson, Pietro Spagnoliy Ruggero Raimondi-, presenta ahora un doble reparto de jóvenes voces, encabezado por Dmitry Korchak -«dentro de unos años será imposible contratarle porque tendrá la agenda completamente ocupada», vaticina Sagi- y Edgardo Rocha , que se alternarán en el papel del Conde de Almaviva; la mezzosoprano Serena Malfi y la soprano Ana Durlovski , como Rosina; mientras que Fígaro estará interpretado por Mario Cassi y Levente Molnár . También participarán los españoles Isaac Galán y Susana Cordón. «Estos dos repartos son un regalo», defendió el director de escena.

La dirección musical ha recaído en el checo Tomas Hanus , que debuta en el foso del Real, pero no al frente de la Sinfónica de Madrid. «La he dirigido en varios conciertos sinfónicos, por lo que me siento muy cómodo trabajando con ella». Hanus destacó la «genialidad» de una partitura «que reúne todos los elementos: humor, ligereza, además de sentimientos profundos».