Matthias Goerne, una voz «tierna y salvaje» para los lieder de Mahler

Acompañado por la Orquesta Titular del coliseo madrileño, bajo la batuta de Teodor Currentzis, el barítono alemán abordará parte de los lieder «Des Knaben Wunderhorn» de Gustav Mahler. Parte, porque debido a la huelga general tan solo disfrutará de un ensayo de hora y media, por lo que los 65 minutos iniciales de lieder han quedado reducidos a 40 minutos. «Suficientes si tenemos en cuenta que después sonará la Primera Sinfonía de Mahler», aseguró ayer, en un cuentro con la prensa, el director de orquesta ruso, que se mostró muy satisfecho, al igual que Goerne, con el rendimiento de la formación del Real.

Un encuentro que contó con la presencia extraordinaria, como público, del director de escena estadounidense Peter Sellars (responsable del doble programa «Iolanta/Perséphone» estrenado la temporada pasada en el Real), que se encuentra estos días en Madrid ultimando detalles sobre su producción de «Tristán e Isolda», que incluye un video de Bill Viola, estrenada en la Ópera de París en 2005 y que aterrizará en el Real en 2014, donde estará dirigida por Currentzis (en la capital francesa lo hizo Esa-Pekka Salonen) .

Goerne, que volverá al Real a finales de enero para participar en la ópera «Parsifal» bajo la batuta de Thomas Hengelbrock, reconocia ayer sentirse muy interesado por conciertos como el de esta tarde, «en el que puedo trabajar con una gran orquesta un repertorió que no es interpretado habitualmente, y que para mí, como barítono, es un reto apasionante».

Currentzis, que dirigirá el próximo título operístico de la temporada del Real, «Macbeth» (se estrena el 2 de diciembre), destacó la oportunidad que estos conciertos ofrecen a los directores de orquesta de mostrar «sus posibilidades» con un repertorio diferente, en este caso el lieder y el sinfónico.

En cuanto al programa, el director de orquesta griego se refirio a las cualidades de Mahler, «uno de los mejores directores de orquesta y por eso conocía muy bien las reglas a la hora de componer. Padre de la Escuela de Viena y del dodecafonismo es como un océano separado que no tiene nada que ver con Richard Strauss, Bruckner o Wagner . En su obra se puede apreciar una nueva comprensión de la orquesta. Capaz de improvisar en cada nuevo ensayo -añadió-, hay que ser capaz de interpretar sus obras a la luz actual pero dándole el espíritu que Mahler quiso imprimirle»

Tampoco reparó en elogios hacia Goerne, «uno de los grandes especialistas en este repertorio, en el que es muy fácil caer en lo naif. Sin embargo, él aporta a esta música un aire renovado, tierno y salvaje al mismo tiempo. Además -continuó- es muy interesante trabajar con él porque siempre aporta algo nuevo».

Por su parte, el barítono alemán reivindicó este formato de conciertos que se presenta bajo el nombre de Las noches del Real. «Es un primer paso para poder ofrecer a lo largo de una temporada todo el repertorio de Mahler, muy difícil de interpretrar y que no se puede comparar al de ningún otro compositor romántico». Sobre su interpretación, matizó que se limita a «adaptarse» a la partitura . «Leo dentro de la música, hago lo que ella me pide».

Por último, el director de orquesta ruso se preguntó «por qué Mahler siendo el mejor director de óperas no había escrito ninguna. Aunque quizá -reflexionó- su gran ópera es su Octava Sinfonía, la mayor ópera alemana de todos los tiempos ». Y recordó que la «Tercera sinfonía» del compositor alemán se trasladó ya al ballet. Sellars, testigo de esta discusión, no pudo evitar esbozar una sonrisa al afirmar que tarde o temprano se podrá escenificar algunas de las obras de Mahler. «Se hará, se hará», repitió desde el banquillo.