El revestimiento del Palau de les Arts se cayó por el mal uso del adhesivo
Las zonas de las pruebas originales tenían la sujeción correcta
MANUEL CONEJOS
El aspecto exterior que presenta el Palau de les Arts tiene los días contados. El desprendimiento de grandes placas del revestimiento de trencadís llevó a principios de año a tomar la decisión de retirar toda la cubierta por cuestiones de seguridad, con un coste de ... tres millones de euros.
Las causas de la caída del trencadís comenzaron a verse pronto, y los técnicos del Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico) determinaron que se produjo un problema de sujeción del adhesivo.
Unas semanas más tarde de que comenzaran las reparaciones se ha alcanzado una decisión de consenso: volverá a colocarse el trencadís en la cubierta. La razón de esta solución técnica radica en que el problema adhesivo se produjo por un mal uso de los materiales por parte de la empresa subcontratada para ejecutar los trabajos en la cubierta.
Las pruebas originales ejecutadas no dejan lugar a dudas: estaban todas en perfecto estado de sujeción. De hecho, los operarios que procedieron al desmontaje del trencadís tuvieron que emplearse a fondo para despegar las placas en estas zonas que son visibles en la cubierta –en forma de cuadrados–.
Por contra, el área principal operada por la subcontrata –más del 60% de la superficie de 8.000 metros cuadrados– presentaba un mal agarre de este material cerámico, lo que había provocado la entrada de agua y el «abombamiento» y posterior caída del trencadís.
Hay que recordar que Aidico considera que se trata de un «claro fallo de la adherencia de la capa de contacto» (capa elástica adhesiva) entre el revestimiento y el soporte, que se despega por las tensiones del peso del «trencadís» (por la verticalidad de la cubierta) y de las acciones térmicas, dado que el acero y el revestimiento presentan diferentes comportamientos térmicos y de dilatación.
En cualquier caso, la decisión parece tomada y la colocación del trencadís con un correcto uso del material adhesivo no debería presentar problemas a muy largo plazo (más allá de los 20 años que esgrimió el conseller de Economía, Máximo Buch).
El mejor ejemplo es el Auditorio de Tenerife, también diseñado por Calatrava con trencadís en su cubierta y que presenta un estado perfecto después de 12 años –como sucede en las placas originales del Palau de les Arts–. De hecho se va a contactar con la empresa europea que realizó la colocación de la cubierta en el recinto tinerfeño, y podría hacerse cargo del montaje de las piezas del Palau de les Arts.
Reparación sin coste
En todo caso se producirán revisiones bianuales, y se va a firmar un seguro de responsabilidad que se irá renovando para tener cubierta cualquier contingencia como la acaecida este año. También está claro que el despacho del arquitecto Santiago Calatrava y la UTE Dragados-Acciona se harán cargo del coste de los trabajos de reparación para que no tengan ningún impacto en las arcas públicas.
Pintar la cubierta se ha descartado porque la superficie donde se debería aplicar la pintura es rugosa, y esa heterogeneidad le haría presentar un aspecto poco estético para un edificio de tanta belleza y complejidad arquitectónica. Y también las placas de aluminio parecen haberse desechado, pese a ser una de las opciones presentadas por Santiago Calatrava.
A lo largo de este año, según los cálculos del Consell, deberían estar ejecutados los trabajados de colocación del revestimiento de un edificio emblemático en el complejo turístico-cultural valenciano.
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