De luchar contra el maltrato a ser detenido por violencia de género

Según las fuentes consultadas por ABC, el incidente se produjo en la noche del jueves en el municipio de San Juan, donde reside Avilés. Tras prestar declaración ante la Guardia Civil, fue puesto a disposición del juez de guardia, que habría decretado su puesta en libertad con cargos, a la espera de que la denuncia sea resuelta por uno de los dos Juzgados contra la Violencia de Género abiertos en la ciudad de Alicante.

Aunque no han trascendido los detalles sobre la denuncia interpuesta por su mujer, las mismas fuentes indicaron que el juicio rápido podría celebrarse la próxima semana , en aplicación del protocolo sobre Violencia de Género que agiliza este tipo de procesos.

Se da la circunstancia de que Manuel Avilés fue el encargado de poner en marcha, en agosto de 2006, la unidad penitenciariade coordinación institucional encargada de llevar el control de los condenados por delitos contra la mujer . Ahora, Avilés ha pasado a engrosar la estadística de los denunciados por este tipo de delitos.

Avilés abandonó este cargo cuando, en la segunda legislatura d e Rodríguez Zapatero, fue nombrado director de la cárcel de Palma de Mallorca por la entonces directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo .

Tras cesar en esa responsabilidad, el pasado mes de mayo regresó a Alicante para ocupar un nuevo destino en las dependencias que el Ministerio posee en la Avenida de Orihuela, desde las que se coordinan, entre otras cuestiones, los trabajos en beneficio de la comunidad a cargo de algunos condenados.

Natural de Granada, Manuel Avilés es funcionario de Instituciones Penitenciarias y ha desarrollado numerosos cargos de responsabilidad en dicho departamento, en el que entabló una estrecha relación personal con los exministros del Interior Alberto Belloch y Antoni Asunción.

De hecho, ambos dirigentes socialistas -siendo ya Belloch alcalde de Zaragoza- se desplazaron a Alicante en 2004 para presentar su libro «Criminalidad organizada: los movimientos terroristas» . A principios de los años 90, fue designado director de la cárcel de Nanclares de Oca, en Álava, un cargo que le hizo tomar contacto con la realidad del colectivo de presos de ETA. Algo que le obligaría, durante años, a llevar protección policial.