El Barcelona mantiene el trono de la ACB

Quedó reducido el partido al último minuto . Todo el esfuerzo de la temporada llevado a la mínima expresión. Todos los entrenamientos, los viajes y las charlas técnicas. Las derrotas y las victorias. Las decepciones. Nada importaba ya. Eran sesenta segundos para la gloria , después de que un triple de Carroll hubiera apretado el marcador hasta dejarlo en dos puntos (64-62). El Real Madrid venía galopando desde atrás. Bufando en el cogote azulgrana, cuya barra de energía estaba bajo mínimos. [Estadísticas]

Por entonces, Fran Vázquez veía ya el partido desde el banquillo, eliminado por faltas personales tras jugar su mejor encuentro de los playoffs, en el que se bastó para anular a Tomic y al resto de hombres altos del Madrid. La ausencia del gallego había dejado huérfana la zona azulgrana, el lugar por donde el Barcelona había labrado buena parte de su ventaja y eso lo aprovechó el Madrid para ir poco a poco recortando la distancia de nueve puntos (56-47, min. 30) que había tenido antes de entrar en el último cuarto.

Cuando Carroll recogió la bola de manos de Reyes —ocho rebotes en el periodo final— un murmullo recorrió la grada del Palau, mientras el balón volaba hacia la canasta antes de acariciar el aro. Tocaba asumir responsabilidades en el Barcelona Regal. Era el momento de dar un paso adelante y sacar a relucir la casta de campeón. Con Navarro vigilado de cerca, fue Pete Mickeal el que pidió el balón. Botó y botó. Miró la canasta y comenzó su carrera perpendicular al aro. Reyes le salió al paso para impedir una canasta segura que el americano del Barcelona logró tras un escorzo increíble. Quedaba tiempo, pero ese lanzamiento se clavó como un puñal en el corazón del madridismo.

Laso pidió un tiempo muerto y apeló al orgullo. A la fe. Esa que había llevado a este Real Madrid de nuevo cuño hasta la antesala del título. Falló Singler y Lorbek aumentó la distancia a seis desde la línea de tiros libres. Quedaba medio minuto y cualquier otro equipo hubiera tirado la toalla. Este Real Madrid no. Un triple de Carroll obligaba a un sobreesfuerzo al Barça. Mickeal tampoco falló desde el 4,60 y, a pesar de que Singler puso la emoción final con otro triple, ya no hubo tiempo para más. Ganó el Barcelona, justo campeón, que mantiene el trono.