Robin Soderling no estará en Roland Garros, ni en Wimbledon ni en los Juegos

La enfermedad del beso , como se le conoce familiarmente a la mononucleosis porque se transmite por la saliva, le fue diagnosticada al tenista sueco Robin Soderling el pasado mes de julio, incapacitándole desde entonces para coger la raqueta con la fuerza necesaria para seguir en la élite.

Soderling, que ocupaba el quinto puesto cuando ganó el torneo de Bastad, todavía no se siente con fuerzas para volver a la alta competición. La enfermedad, que se identifica sobre todo por fiebre, inflamación de las glándulas linfáticas y fatiga , le obliga a permanecer inactivo varios meses más y perderse los torneos de Roland Garros, Wimbledon e incluso los Juegos Olímpicos . Pero el sueco, de 28 años, no quiere pensar en la retirada: «Por supuesto que lo he pensado, pero tengo 28 años y creo que todavía me quedan buenos años por delante », confesó en la rueda de prensa que realizó en Estocolmo.

No es el único tenista que se ha visto afectado por la mononucleosis. Dos exnúmeros 1 fueron atacados por el virus. El norteamericano Andy Roddick y el suizo Roger Federer . Ambos pudieron superar la enfermedad, aunque también les obligó a cancelar más de un torneo en su calendario. Para Mario Ancic , la enfermedad frustró su carrera profesional. No pudo superar las dolencias y la mononucleosis le atacó en varios momentos, por lo que decidió colgar la raqueta y dedicarse a la abogacía.

Robin Soderling confía en recuperarse y volver con fuerza tras el verano: « Todavía no descarto volver a un buen nivel este año », pero prefiere esperar a verse completamente recuperado. El sueco llegó a ser finalista por dos veces en Roland Garros, y cortó a Rafael Nadal una brillante racha de victorias sobre tierra en 2009, cuando le apeó del torneo en semifinales.

Conocida la frialdad del sueco en todo el circuito masculino, la relación entre el sueco y el español no siempre ha sido muy cordial. En 2007, en la tercera ronda de Wimbledon, Soderling imitó la preparación de Nadal durante el saque , lo que no sentó nada bien al tenista balear y a su equipo. Y en 2011, durante Roland Garros, Soderling nunca pidió disculpas cuando sus golpes tocaban la cinta y caían plácidas al otro lado de la red.