El abrazo de los Gasol

«¿Mi tobillo? Vamos a ver cómo está... ahora me duele... a ver», señala sin querer dar muchos detalles sobre su lesión , que no le ha impedido jugar hasta el final del partido que su equipo acaba de jugar ante los Lakers de su hermano Pau. Aunque ambos se han enfrentado ya en muchas ocasiones, cada vez que se ven las caras en la cancha, es diferente y emotivo . «Sí que es especial. La primera vez sí que notas más eso que dicen de mariposas en el estómago, pero ahora, aunque ya no es lo mismo que el primer día, sigue teniendo un punto diferente al resto de partidos », reconoce Marc, mientras termina de vestirse.

Los Grizzlies acaban de lograr un importante triunfo en la misma cancha donde solo 24 horas antes habían caído derrotados ante los Clippers . «Solo un día después de perder aquí contra los Clippers, parecíamos otro equipo . Jugar así en defensa nos da también confianza en ataque. Hay que seguir haciéndolo, no puede ser cosa de un día», apunta Marc mientras pregunta por su hermano, que le espera al otro lado del pasillo.

Visiblemente cojo, el mediano de los Gasol llega hasta donde espera Pau, cuya cara de decepción por la derrota cambia cuando se reencuentra con Marc. « He visto bien a mi hermano. Ha hecho un partido correcto, nada espectacular, pero ha estado bien, como todo su equipo. Muy sólidos, con ganas de resarcirse de las últimas derrotas y con más intensidad que nosotros», criticaba Pau justo después del partido.

Los dos se abrazan y caminan hacia la salida. Un gesto fraternal que volverá a repetirse en el futuro, ya sea en Los Ángeles, Memphis o donde sea que el destino les depare.