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Don Juan Carlos, el Rey que necesita España

El Monarca se siente orgulloso de la Transición, porque es la victoria de todos los españoles

Don Juan Carlos, el Rey que necesita España IGNACIO GIL Y MATÍAS NIETO

BIEITO RUBIDO

Todavía se emociona Don Juan Carlos cuando recuerda el prolongado aplauso que le tributaron sus señorías en la apertura de la presente legislatura, el pasado 27 de diciembre. Mira su mano y explica cómo se le erizó la piel en respuesta a aquel largo y sonoro reconocimiento. A través de su persona y de su pertinente discurso ante el Congreso, la Corona acababa de renovar su compromiso con España, con la diversidad territorial que la conforma y con la pluralidad ideológica que se proyecta en las Cortes. Sucedió mientras afuera arreciaba la tormenta mediática desatada por el descubrimiento de las presuntas conductas poco ejemplares de su yerno. Por tanto, aquella ovación de los diputados contenía un nítido y decidido mensaje de respaldo de la sociedad española a la institución de la Monarquía y, en particular, a la figura del Rey. El mismo apoyo que le otorga la encuesta realizada esta semana para ABC por el instituto demoscópico DYM: de sus datos se desprende que a día de hoy cuenta con el favor de nada menos que el 70 por ciento de la población.

El Reinado de Juan Carlos I figura ya en los libros de Historia como una de las etapas de mayor estabilidad política en el devenir de España. Estabilidad de la que se ha derivado un claro proceso de profundización democrática, progreso económico, proyección internacional y convivencia sociopolítica. Ninguna de estas conquistas se habría alcanzado en tan altas cotas, y todavía menos consolidado, si el Rey no hubiese asumido un papel dinamizador y aglutinador, al mismo tiempo que discreto en las formas, dentro el proceso de la Transición abierto tras la muerte de Franco. El Monarca pudo haber tomado muchos caminos . Escogió el más acertado; una ruta que, con sus luces y sombras, nos ha permitido ser protagonistas de una de las mejores experiencias colectivas de entendimiento pacífico y búsqueda constructiva de soluciones a los problemas, como de hecho lo fue el paso de la dictadura a la democracia consagrada desde 1978 por nuestra Constitución.

Don Juan Carlos se siente orgulloso y legitimado por todo ello. Sabe que se trata de una de las páginas más luminosas de nuestro pasado reciente, probablemente de toda nuestra Historia. De ahí que no entienda muy bien a aquellos que se empeñan en revisar aquel periodo, o incluso ocultarlo. La Transición española, que por ejemplo ha permitido que el PSOE y el PP se hayan alternado en el Gobierno de la nación con absoluta normalidad y convivido con siglas nacionalistas en Ejecutivos autonómicos, es la victoria de todos los españoles, frente a la guerra que perdimos todos.

El diario ABC , guiado por los valores con que fue fundado hace casi 110 años, sigue hoy convencido de que la institución de la Monarquía otorga a nuestro país una imprescindible estabilidad política, incluso en tiempos y coyunturas procelosas, como la que ahora mismo nos toca afrontar. Una solidez y continuidad, un firme punto de enganche dentro de la diversidad territorial que enriquece la España moderna. También una respetada imagen externa, que se traduce en el hecho de que tengamos en nuestro Monarca el mejor embajador : así lo han reconocido distintos ministros de Exteriores y destacados empresarios; y así se ha demostrado una vez más en muy recientes episodios en Iberoamérica.

Por ese convencimiento que asiste y distingue a ABC desde su nacimiento, ofrecemos este domingo en nuestras páginas un acercamiento actual al moderno concepto de Monarquía que disfruta España . Lo hacemos desde la certeza de estar prestando un servicio a los propios lectores y a la sociedad española en general.

Don Juan Carlos se encuentra en plenitud de forma. Trabaja sin descanso y con ánimo. Recibe en La Zarzuela a personalidades y ciudadanos de toda condición. Está al día de cuanto acontece en su país. Le preocupa. Lee puntualmente la prensa. Mantiene diálogos abiertos con representantes de cualquier tendencia y ejerce su magisterio moderador en una España plural, diversa, rica, llena de matices, que encuentra en la figura de Don Juan Carlos I la garantía de estabilidad.

Lo sabíamos y la encuesta lo confirma. La mayoría de los españoles mantienen viva la expresión con la que saluda nuestra portada de hoy: «Siempre con el Rey». Enlaza con aquella frase de Don Juan de Borbón, quien afirmó «Por España, todo por España». ABC sigue, exactamente, en el mismo lugar: con el Rey y con España. Y el Rey, con España. Y España, con el Rey.

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