Zapatero se despide en León «con la cabeza alta»

Acompañado por su familia, amigos y algunos de sus más estrechos colaboradores como el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián, Zapatero ha cerrado la campaña electoral con una cena-mitin ante más de dos mil personas con la que el PSOE leonés ha querido homenajearle.

También han estado presentes en este acto, que ha tenido cierto sabor a despedida, el secretario general de los socialistas castellanoleoneses, ¿ scar López, y diversos candidatos y cargos públicos de la Comunidad y de la provincia.

En su discurso, Zapatero ha subrayado que España ha resistido sin tener que pedir ayuda, mientras construía un "muro" para preservar unos derechos sociales que, según ha dicho, un Gobierno de derechas no habría mantenido durante la crisis económica más grave de los últimos ochenta años.

Al comienzo de su intervención, ha subrayado que, a pesar de la situación económica, la campaña ha sido para él "mucho más llevadera" porque no tenía la preocupación de que fuera a haber un atentado terrorista y ha hecho hincapié en que la libertad se ha asentado "para siempre" y "de manera definitiva". Es este punto, ha querido recordar y homenajear a "todos" los que lucharon por la libertad y a las víctimas de la banda terrorista ETA.

Zapatero, que solo ha coincidido con el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, en uno de los seis mítines que ha protagonizado esta campaña, ha calificado al que fuera su ministro del Interior como un "gran servidor de España" y "un trabajador infatigable" que "siempre tiene una solución".

El líder socialista ha destacado de Rubalcaba su seriedad y competencia como gobernante porque "ni duda ni vacila, decide y actúa" y "no entra en esa categoría del ya veremos, depende", en alusión al aspirante del PP a la Presidencia, Mariano Rajoy. Zapatero ha insistido en que votar a Rubalcaba es la única opción que garantiza que el progreso y las libertades se mantengan en España.

Con tono de despedida, Zapatero ha comentado que sigue "con la misma sonrisa" y con la convicción de haber cumplido con su tarea y su mandato sin tener "ningún sentimiento" contra nadie, "solo con el respeto", sin haber intentado controlar ningún medio de comunicación y sin haber descalificado a ningún adversario en sus ocho años al frente del Ejecutivo.

Por ello ha pedido a los ciudadanos que valoren cuánto significa un Gobierno que respeta la democracia, la pluralidad, la crítica y la libertad, porque "hay veces que las cosas solo se valoran cuando se pierden".

Y tras mencionar a aquellos que se han reído del "talante", ha recalcado que ahí quedará la huella del respeto democrático, que "servirá a las próximas generaciones". Zapatero ha interpelado a los asistentes en el final de su alocución, a los que ha pedido que mantengan la "cabeza alta", el "orgullo en el corazón", la "humildad en la mirada" y la "confianza" en el futuro de España.