La ineficacia universitaria cuesta al Estado 2.100 millones anuales

Según Martí Perellada, coordinador del trabajo y vicepresidente de la Fundación CYD, «si se reduce la oferta de titulaciones de baja demanda y adaptamos la intensidad docente a lo que requiere Bolonia, nos podríamos ahorrar 2.100 millones, el 30% del coste de la función educativa de las universidades». El estudio muestra que el 42% de las enseñanzas universitarias en España tienen menos de 50 alumnos de nuevo ingreso y nueve profesores por cada cien estudiantes, cifra superior a la media de seis docentes que registran los países plenamente adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior, Además, el informe advierte que el 24% de los funcionarios, más de 9.500 profesores, no produce resultados que puedan ser evaluados, y la inversión en la actividad universitaria representa un 1,3% del PIB español —frente al 2,3% de la media de la OCDE—.

El análisis confirma la disminución de los presupuestos dedicados a la universidad, en unos momentos en que se debe potenciar su internacionalización y colaborar a la salida de la crisis. En cuanto a la situación de los titulados superiores, el 30% ocupaban en 2009 un empleo de entidad inferior a la de su formación, según el servicio público de empleo estatal, lo que significa una tasa de «sobrecualificación» diez puntos superior a la media europea. Asimismo, la tasa de desempleo de los universitarios españoles fue del 10% en el primer trimestre de 2011, doblando la cifra de 2007 y la media comunitaria. Otro de los datos preocupantes es la insuficiente inversión empresarial en I+D+I en las universidades, que se redujo un 6,5% en 2009 con respecto al año anterior.