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Los desheredados de Zapatero

Hay razones para el desencanto ante la realidad de la crisis, pero, objetivamente, el responsable es un Gobierno de izquierdas y no el «sistema»

EL análisis de la denominada «concentración de indignados» en la Puerta del Sol obliga a reflexionar sobre el perfil de los manifestantes, cuya aparente heterogeneidad hace difícil identificar los objetivos de unas protestas propagadas a través de las redes sociales en un proceso comparado con ... lo ocurrido en Túnez o Egipto. Pero allí las revueltas tenían como fin la libertad, y la de Madrid defiende una democracia «verdadera», un cambio que acabe con la «oligarquía partidista», lo que lleva implícito un reproche, a partes iguales, al PSOE y al PP. Hay razones para el desencanto ante la realidad de la crisis, pero, objetivamente, el responsable es un Gobierno de izquierdas y no el «sistema», cajón de sastre en el que los manifestantes depositan sus reproches. Y el perfil de los manifestantes, con todos los matices, es sociológicamente de izquierdas, en algunos casos extrema, al exigir un cambio radical de modelo. Dado que el socialismo ha frustrado sus expectativas, el camino —reclaman— pasa no por el cambio dentro de la alternancia derivada de las urnas, sino por la ruptura, que es una manera de estrechar, deformándolo, el marco democrático: o izquierda o reforma del sistema.

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