La recuperación del Bach español

Los protagonistas de estos conciertos, Noone y el Esemble Plus Ultra, lo son a su vez de otro ambicioso proyecto que culminará el próximo otoño con la presentación de una colección de diez discos, grabados por el sello Archiv con el apoyo de la Fundación Caja Madrid, que reúne gran parte de la obra litúrgica de Tomás Luis de Victoria, partituras que el musicólogo australiano califica como música de «pata negra».

Noone reconoce que hay mucho desconocimiento sobre la obra y la vida de Victoria hasta el punto de que «no estamos seguros ni de la fecha de su nacimiento ni de su apellido...». A lo largo de la historia también se han perpetuado algunos errores como el que le presenta como alumno de Palestrina. «Los dos fueron grandes compositores que vivieron en el mismo momento en Roma, y probablemente mantuvieran alguna relación, pero no hay constancia de que ninguno de los dos haya sido alumno del otro». Atribuye esta información a un movimiento creado en Alemania a finales del XIX, el «cecilianismo», que pensaba que la música más pura del siglo XVI era la polifonía y el compositor por antonomasia Palestrina. «Para ellos, España era periférica», afirma.

El equívoco se ha repetido durante siglos, lastrando el prestigio de Tomás Luis de Victoria. «Hablan de él como un español de la escuela romana, y no es así. Fue un español de pura cepa y con horizontes cosmopolitas». Noone cree que si hubiera nacido en Italia o en Alemania, TLV ocuparía hoy otro lugar en la Historia. «Lo que me sorprende es que a estas alturas estemos grabando por primera vez algunas de sus obras. Un privilegio para mí, por supuesto, pero algo que sería impensable en Alemania». Y lamenta que todavía no exista una edición «fiable» de sus obras completas. «La única que hay fue publicada por Felipe Pedrell en 1911 en Alemania, y está llena de errores. Por eso hemos tenido que recurrir a los originales. Gracias a Dios que todas sus obras fueron publicadas en vida, en ediciones muy cuidadas pues era obsesivo puliendo sus partituras». Y en medio de las celebraciones de este IV centenario, Noone lanza un reto: publicar el catálogo de sus obras completas, «un proyecto pendiente y urgente». «En España no hay falta de musicólogos con ganas, pero sí hay falta de subvenciones —matiza—. Estamos hablando de un Cervantes de la música. Quizá el más importante que ha dado este país».

En cuanto al proyecto de grabar su obra, éste se remonta a 2008. «En mayo saldrán los dos últimos discos y en otoño se pondrá a la venta el cofre conmemorativo a nivel internacional». El musicólogo subraya que no se trata de una integral. «Hemos grabado 117 obras, tan solo una pequeña parte de lo que compuso». En el proyecto han estado involucrados 43 músicos de cinco países —Schola Antiqua, Ensemble Plus Ultra y el organista Andrés Cea—. Para las grabaciones se han utilizado órganos restaurados de la época de Victoria —Iglesia Colegiata de Lerma, San Pedro en Tordesillas...—. «Las obras de TLV fueron compuestas para la liturgia y para voces en latín, pero en algunas introdujo también el órgano», explica.

Este trabajo incorpora las obras que compuso en Madrid, ciudad en la que TLV vivió los últimos 25 años de su vida. «Su época de madurez como compositor».También incluye aspectos menos conocidos, como las versiones que hizo de sus obras. Noone considera una hazaña que un sello haya grabado diez discos «con el mismo grupo y director, y de un compositor que nunca escribió obras para instrumentos, ni música profana. Ha sido un reto hacer este recorrido con 13 horas de grabaciones que contienen variedad y coherencia».