EE.UU. alerta sobre el peligro de una «larga guerra civil»

La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, ha indicado que la Administración Obama piensa seguir presionando al régimen libio, dejando la puerta abierta a un exilio. Según Rice, su gobierno tiene la prioridad de estabilizar los disparados precios del petróleo y evitar una posible crisis humanitaria. Según estimaciones de Naciones Unidas, las dos últimas semanas de violencia política en Libia han provocado un éxodo de 150.000 personas.

Por su parte, el Pentágono ha empezado a dejar saber las dificultades asociadas con imponer una zona exclusión de aérea sobre Libia. Según indicó el jefe del Comando Central se trata de una operación con riesgos, difícil y que exigiría el uso de la fuerza contra la amenaza que representa el sistema de defensa aérea de Gadafi. Ayer, reforzó con 400 soldados más las dotaciones de los dos barcos que se dirigen hacia Libia. Uno de ellos, el «Kearsarge» cuenta con 3.100 efectivos. El segundo buque no ha sido identificado.

Estos reparos militares también se han visto acompañados por divisiones internacionales. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Francia aseguró que «no está planteada ninguna intervención militar» en Libia. Según Alain Juppé, «se pueden evaluar diferentes opciones, principalmente una zona de exclusión aérea, pero déjenme que sea claro: no ocurrirá ninguna intervención sin un mandato claro del Consejo de Seguridad de la ONU».