Aterrizaje de emergencia de un Airbus 380 en Singapur por fallos en pleno vuelo

“Hubo una fuerte explosión y vi llamas en el ala del avión”, explicó a la agencia France Presse uno de los 433 pasajeros a bordo del vuelo QF32, el ingeniero alemán Ulf Waschbusch. Otro que estaba sentado junto a la ventanilla del ala izquierda, el adolescente Tyler Wooster, relató a la cadena australiana ABC News que “había un gran agujero porque el fuselaje se estaba pelando”.

Algunos habitantes de la cercana isla indonesia de Batam incluso escucharon una fuerte explosión en el aire y luego encontraron restos de metal desprendidos del avión, como el emblema blanco y rojo con el canguro volador de Qantas. El Airbus A380 perdió parte del motor y del fuselaje antes de aterrizar de nuevo en el aeropuerto, donde le esperaban seis coches de bomberos que rociaron con espuma el motor dañado. A pesar de la angustia, parece que no se desató el pánico entre los pasajeros porque las azafatas supieron tranquilizarlos y mantener el control.

Este es el primer incidente grave que sufre dicho aparato de fabricación europea desde que entró en funcionamiento en octubre de 2007, cubriendo, precisamente, el mismo trayecto entre Singapur y Sidney, pero con la compañía Singapore Airlines.

El consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, reconoció que se había detectado “un fallo grave” en uno de los cuatro motores Rolls-Royce Trent 900, por lo que decidió suspender los servicios del A380 hasta que se aclararan las causas del incidente.

Desde Francia, sede central de Airbus, la compañía de capital europeo se apresuró a abrir una investigación, pero insistió en que este gigante de las nubes puede volar con tres reactores.

En la actualidad, 37 A380 vuelan con cuatro aerolíneas: Singapore Airlines, Air France, Lufthansa, Emirates y Qantas. En noviembre de 2009, un aparato de la firma gala tuvo que volver a Nueva York por un problema con el sistema de navegación, mientras que otro de Qantas sufrió en abril daños en las ruedas durante un aterrizaje.

Entregado con 18 meses de retraso, el A380 es la gran esperanza de la industria aeronáutica europea en su dura competencia con Boeing y su Dreamliner 787, ya que Airbus tiene una lista de 234 aviones pedidos que deben ser fabricados en colaboración entre distintos países, entre ellos España.

El A380, capaz de transportar 550 pasajeros en su versión estándar, está equipado con cuatro motores que sirven para su impulsión en los largos recorridos para los que ha sido concebido.

Por el momento, Airbus ha entregado 38 de estos aviones gigantes (a las compañías Quantas, Emirates, Singapore Airlines, Air France y Lufthansa) que hasta finales de septiembre habían transportado a siete millones de pasajeros.

Air France indicó hoy que pese al incidente de Qantas, no tiene intención de suspender sus operaciones con sus cuatro A380, que además no están equipados con motores de Rolls Royce, sino de un consorcio de fabricantes compuesto por Pratt & Wittney, General Electric y Safran.