Un ataque de la Mara 18 contra dos autobuses deja 18 muertos en El Salvador

En total, 18 personas murieron después de que un grupo de pandilleros disparara contra un autobús urbano (matando a dos niños y un hombre) y, en su huida de la policía a bordo de motocicletas, rociasen con gasolina otro vehículo, carbonizando a 15 seres humanos, incluido un bebé de meses.

Los cadáveres quedaron irreconocibles, por lo que se habrá de recurrir a los estudios de ADN para su identificación, explicó Alfredo Hernández Gavidia, director del Instituto de Medicina Legal. Los forenses tomarán muestras de médula ósea de los cadáveres y las cotejarán con la sangre de los familiares que, destrozados, aguardan noticias de las supuestas víctimas las puertas de la morgue. Ocho adultos y tres niños lograron ser rescatados con vida por los bomberos, aunque su estado es grave y estable.

Fuentes de la investigación no descartan que el crimen pueda ser una respuesta de las maras a las últimas acciones policiales en su contra. Carlos Ascencio, director de la Policía Nacional Civil, dijo que ya se han detenido a siete personas, una de ellas “hasta impregnada de gasolina”. Extraoficialmente, el número de apresados habría subido a una decena.

El ministro de Seguridad, Manuel Melgar, detalló que la acción criminal obedecía a “un hecho planificado, ya no se trata de delincuencia común, sino de hechos verdaderamente de terrorismo”. Del mismo modo, el presidente Mauricio Funes calificaba el ataque como “terrorismo puro”. Aunque Funes considera que “no es a través de soluciones de fuerza” como se va a combatir la violencia en el país, desde que llegara al Gobierno el año pasado ha desplegado un contingente 4.000 militares en las calles para reforzar la seguridad ciudadana.