«Mi primera lengua es la música»

«Para mí es un gran honor por el nombre que lleva este premio, y esto no es un cliché -matizó-. Yehudi Menuhin fue un músico muy importante en mi juventud. Llegó a la India en 1951, y mi padre preparó la Orquesta de Bombay para que él la dirigiera. Pasó 8 días enteros en mi casa, y me tocó el "Concierto para dos violines" de Bach. Cuando yo me puse al frente de la Filarmómica de Los Ángeles, él fue uno de mis primeros solistas, y me trató como un hijo. Todos los días apredía algo de él». Su azarosa vida como director no le ha impedido, sin embargo, poner en marcha la Fundación Mehli Mehta en Bombay y la Escuela de Música Bucchanan en Tel Aviv, cuyo objetivo es acercar la música a los más jóvenes.

A pesar de su dilatada carrera, reconoce que todavía le quedan sueños por cumplir, como dirigir "Parsifal", «la única ópera de Wagner que me queda». Lo hará en 2014 en el Maggio Musicale Fiorentino. También sueña con «tocar algún día con la Filarmónica de Israel en Beirut, El Cairo y Amman.

Hombre generoso en los elogios, destacó la nueva generación de directores de orquesta, y entre ellos a Omer M. Wellber, nuevo titular de la Orquesta de la Comunidad Valenciana. «Tiene mucho talento». Como presidente del Festival del Mediterraneo, dedicó unas palabras a la formación titular del Palau de les Arts que el 29 de junio tocará en Madrid y que ayer interpretó, a sus órdenes, «Salomé». «Tocaron como dioses».

También repartió críticas, en particular al Ministerio de Cultura por su discriminación presupuestaria hacia el Palau de les Arts, frente al Real y al Liceo. «Nos trata a los valencianos como ciudadanos de segunda».