Las cámaras recuperan a una musa, vieja conocida del lugar que regala imágenes de novia sufridora en el campamento base de McLaren. Nicole Scherzinger, recientemente ganadora de la versión de «Más que Baile» norteamericana -aquí triunfó Belén Esteban...-, ha vuelto con Lewis Hamilton y, a tenor de los saltos enloquecidos que le tuvo en ascuas durante toda la carrera turca, parece que le quiere más que nunca. La alegría va por barrios y en la escudería inglesa consuelan ahora a Jenson Button, que ha roto con la monumental modelo Jessica Michibata por un problema, dicen, de logística y horarios. Llora el paddock ante la perdida de semejante belleza, pero se conforma con el regreso de Nicole, generosa siempre cuando le otorgan su justificada cuota de pantalla.

Con Nicole resurgió el mejor Hamilton, atrevido con un nuevo look que combina perilla con discretos pendientes negros. Retoma su relación con la chica, fiel compañera de viaje que le aguanta hasta el paraguas, pero de su padre Anthony, despedido en verano, ni rastro.

El Hispania ya adelanta. Noticia de alcance. El Hispania, esa escudería «Made in Spain» que en sus primeros días apenas podía poner los coches en marcha, progresa adecuadamente. Es verdad que ni Chandhok ni Senna acabaron en Turquía, pero el brasileño logró el primer adelantamiento de la historia para el equipo de Carabante, orgulloso con el pulgar en alto al ver a su chaval superando a Di Grassi.

La otra representación española cumplió con Jaime Alguersuari marcando dos vueltas rápidas -al final se la robó Petrov- y con Pedro de la Rosa rozando los puntos en la segunda carrera del año en la que vio la bandera de cuadros.