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El fin y los medios

MUCHAS veces, cuando la necesidad parece que obliga, la democracia deja de ser confrontación ponderada e inteligente y se convierte en pasteleo. Abundan las personas que valoran la componenda como una forma de perfección y equilibrio y, si se apura en la comparanza, eso es ... el centro: un híbrido entre la socialdemocracia y el liberalismo que, sin satisfacer a nadie, tiende a consolarnos a todos. Especialmente a quienes mantienen que la moderación es más provechosa que el ímpetu y la pasión. En España, especialmente en el último quinquenio, el pacto -«no nos vayamos a hacer daño»- ha sido elemento fundamental y desatascador de situaciones incómodas para los dos grandes partidos nacionales y no puede decirse que ello haya dado, si nos atenemos a los resultados, grandes motivos para la alegría. La partitocracia es de vuelo corto y se conforma con el presente en el poder o con un futuro inmediato con posibilidades de alcanzarlo. Carece de distancias largas, planteamientos nuevos, fuerza regeneradora y ambición por la excelencia.

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